Contenido:
Platos típicos alemanes
Para que una visita a Heidelberg sea perfecta no dejes pasar la oportunidad de probar platos típicos germanos. En sus restaurantes y cafés podemos deleitarnos con sabrosos bocados tradicionales de esta región y aprender curiosidades sobre ellos.
Primeros platos
Para abrir boca empezaremos por el Flammkuchen, típico de la zona de Baden-Wutemberg, se asemeja a una pizza rectangular de masa muy fina con queso, bacon y cebolla.
Los Spätzle viene a ser una pasta alemana, a base de harina, huevos, sal y agua, más blanda que la pasta habitual y al menos, en Heidelberg nos los han servido en forma de tiras anchas irregulares. Pueden acompañarse de distintas salsas y guarnición. Y en esta ciudad la acostumbran a servir con una salsa de queso ligera por encima (a esta variante se la denomina Käsespätzle). Al tomarla se aprecia que es una pasta tierna y el queso resulta un perfecto acompañamiento.
También con la citada pasta se hacen los Maultaschen, traducido literalmente ‘bolsillos de Maul’. Nos recordarán directamente a unos raviolis grandes cuadrados o rectangulares.
Su origen parece estar en el monasterio de Maulbronn. Allí durante la cuaresma los monjes pícaramente ocultaban la carne entre capas de pasta mezclada con lentejas y verduras. Suelen servirse con un poco de caldo.
Carnes
Pasando a las carnes, encontraremos los Schintzel, filetes empanados, generalmente de cerdo o ternera. Es un plato sencillo y no llevan relleno, simplemente están empanados.
También podemos disfrutar de un peculiar pastel de carnes mixtas, el Leberkäse. Aunque su composición varía según la zona, es una amalgama de carnes picadas: carne e hígado de cerdo (leber significa hígado), tocino, ternera, cebolla, sal y orégano, mezcladas hasta obtener una pasta. Esta pasta se hornea en un recipiente alargado hasta que genera una costra marrón por la parte superior y después se corta en gruesas rodajas.
Pueden servirse como plato o también en bocadillo, a modo de fiambre.
Otro plato tradicional germano que encontraremos en esta ciudad son las Weis Wurst (salchichas blancas) hechas básicamente con carne picada de cerdo y su tocino, cebolla y perejil.
Por supuesto el codillo alemán, Schweinshaxen (marinado y cocido previo a ser asado) acompañado de Sauerkraut (chucrut) col fermentada en salmuera. Otra guarnición tradicional que suele llevar son los Knödel (albóndigas de pan).
Los Bretzel
En relación al tradicional pan salado alemán, el bretzel o pretzel, en Heidelberg también encontraremos variantes dulces, como el Bretzelde mantequilla.
Pero sobre todo, nos resultó muy curioso encontrar varios de ellos tallados en uno de los contrafuertes de la cabecera de la Iglesia del Espíritu Santo (Helligeistkirche) cada uno con una fecha.
Nuestra guía de turismo de Heidelberg nos recordó que estábamos en la Marktplatz y nos explicó su función. Su papel no era ornamental, sino informativo.
Era la medida oficial obligatoria del tamaño de Bretzel que los panaderos debían hornear y vender conforme a la cantidad de cosecha de trigo recogida cada año (se conservan inscripciones del siglo XVII). En caso de incumplimiento el panadero sería penalizado. Como escarmiento sería sumergido en el río Neckar con el riesgo de fallecer ahogado.
Los mejores restaurantes de Heidelberg
En Heidelberg no te quedarás con hambre, las raciones en general son generosas y asequibles.
Por nuestra parte destacaríamos:
El céntrico y acogedor Vetter’s Alt Heidelberger Brauhaus con su propia cerveza artesana. Haremos mención especial a su delicioso codillo, crujiente por fuera, con sabrosa y tierna carne por dentro. Sinceramente, sólo el olor hacía salivar.
El Zum Spreise, también céntrico y cerca del río. Si conseguís sentaros en la terraza, además de exquisitas viandas tendréis buenas vistas de la entrada del puente.
A unos diez minutos de la iglesia (Heiliggeistkirche) está situado el Weinstube Schnitzelbank. Su situación le evita parte del bullicio del centro. Tiene un interior acogedor donde encontraremos mesas largas de carpintero para compartir con otros usuarios, algo frecuente en Alemania.
También es punto de referencia el Palmbräu. Está situado en la HaupStraße (calle principal), tiene su propia cerveza y una decoración superlativamente germana.
Dulces originales de Heidelberg y alrededores
Si queremos reponer fuerzas durante nuestra visita disfrutando de una bebida acompañada de un dulce, esta ciudad ofrece una extensa variedad de tortes (tartas) y dulces.
Entre las tartas destacaremos la Schwarzwälder Kirschtorte (tarta de cerezas Selva negra) ya que se considera originaria del área montañosa de este länder, Baden-Württemberg.
Esta delicia lleva capas de bizcocho de chocolate remojado en Kirschwasser (licor de cerezas amargas) alternadas con capas de nata y trozos de cerezas amargas. La parte superior se remata con nata, cerezas y virutas de chocolate, se dice que estos colores tratan de imitar los colores del bosque.
El establecimiento que más nos llamó la atención fue el Café Schafheutle, en la HaupStraße. En sus vitrinas abunda un gran surtido de tartas con una exquisita presentación que nos hará difícil escoger, además cuenta con un agradable jardín donde poder tomarlas.
Nos parecen también notorios el Café Gundel y Café Knosel, no sólo por la atrayente apariencia de sus expositores, sino también por sus dulces exclusivos y la historia que los acompaña.
En el primero, el Café Gundel, encontraremos las kurfürstenkugel (balas del rey) que fueron inventadas por su dueño hacia 1820.
En esta época se intentó rememorar los buenos tiempos de la ciudad siglos atrás y se le encargó al dueño de la pastelería que elaborase una especialidad que representase a Federico V y su esposa Isabel Estuardo, conocidos como’los reyes de un invierno’, símbolos de la historia de Heidelberg.
El dulce es una bola con corazón de crema de nuez rodeado por un bizcocho recubierto por mazapán y finalizado con una capa de chocolate negro para representación del rey y de chocolate blanco para la reina (apodada la perla británica).
A partir de estas versiones iniciales podemos encontrar una gran variedad de balas del rey en el establecimiento para nuestra elección.
Respecto al segundo, el céntrico Café Knosel, ofrece una gran variedad de tartas con una presencia elegante. No obstante, su dulce más representativo es el Studenten Kuss (beso de los estudiantes).
Recordemos que esta es una ciudad con universidades muy prestigiosas. El Café Knösel fue punto de encuentro de estudiantes, pero hay que tener en cuenta que en el siglo XIX las jóvenes sólo podían quedar con chicos de su edad en presencia de una acompañante.
Para sortear a las carabinas, el mismo año que se fundó el Café Knösel, su maestro pastelero, Fridolin Knösel, creó este dulce. Un barquillo con chocolate y crema de nuez cubierto por chocolate amargo en forma redonda y plana de unos 5 cm. El truco estaba en el envoltorio, pues era posible poner una nota que sólo vería la chica.
El Studenten Kuss ha llegado alcanzar tal notoriedad que hay una tienda en exclusiva para este dulce, por su puesto, situado prácticamente a continuación del Café Knösel.
Enlaces de interés:
Turismo de Heidelberg
Heidelberg official site
Guía de Heidelberg
Artículos de Alemania:
Qué hacer y qué ver en Alemania
Bamberg
Heidelberg
Múnich
La Gliptoteca (Múnich)
Nördlingen
Núremberg
Ratisbona
Rothenburg ob der Tauber
Mercados de Navidad de Baviera
Restaurantes de Heidelberg
Deja una respuesta