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La ciudad de Siem Reap, que significa literalmente ‘Derrota de Siam’ en referencia a antiguas batallas con el reino tailandés, es la ciudad donde se hospeda todo viajero y turista que llega a Camboya para visitar los templos de Angkor, situados a menos de 10 kilometros de distancia.
La corta historia de Siem Reap
La ciudad ha ido creciendo desde los años 80, más o menos desordenadamente, al amparo de un turismo que año tras año ha ido generando riqueza en toda la región, aunque de forma muy desigual. La gran mayoría de camboyanos siguen siendo gente muy humilde, pero la zona está plagada de hoteles de lujo.
Siem Reap no era más que una pequeña aldea cerca de Angkor a mediados del siglo pasado. Por lo que apenas cuenta con algún pagoda o edificio de cierta relevancia histórica. Los mayores atractivos de la ciudad son los mercados, sus restaurantes y su gente.
Zona turística. Pub Street
Tras visitar los templos de Angkor durante el día, tuvimos un par de tardes y noches para conocer la ciudad. La zona más turística y animada de Siem Reap se situaba dentro del triángulo creado por un lado por el Bulevar Sivutha, el rio al Sur y los muros del gran Hospital Provincial.
En el corazón de este barrio estaba la conocida como Pub Street, que aparecía en todas las guías como el lugar indicado para pasar las noches en la ciudad. Pub Street fue fácil de encontrar, no solo por el gran neón con su nombre que colgaba de una parte a otra de la calle, sino porque en ella se apiñaban, uno detrás de otro, locales pretendidamente exóticos, tabernas y todo tipo de restaurantes occidentales y de comida rápida con sus ofertas para llenar el estómago y el hígado menos exigente. La calle estaba atestada de turistas vocingleros algo achispados y vendedores con sus puestos de falsa artesanía o parrillas con brochetas fácilmente vendibles a turistas.
Pub street me recordaba a cualquier calle turística de ciudad turística de cualquier lugar del mundo. Era como si un pedacito de Camboya hubiera renunciado a su propia identidad para resultar atractivo al público occidental. Era difícilmente comprensible para mí, pero había personas que habían recorrido miles de kilómetros hasta el corazón de Camboya y lo único que deseaban comer era la misma hamburguesa o pizza estándar que comían en su país, antes que probar la magnífica gastronomía local. Las calles adyacentes a Pub street también tenían ese aroma de “atrapa al turista”, aquí los vendedores incluso preferían los dólares al riel camboyano, ya que les permitía redondear al alza.
Siem Reap más auténtico
Después de recorrer aquella zona, acabamos desandando el camino y yendo a un modesto restaurante que habíamos visto cerca de nuestro hotel. Allí tampoco debían estar desacostumbrados a servir a turistas aunque en aquel momento no había ninguno y su clientela era enteramente local. Nos gusta comer donde lo hace la gente del lugar, degustar la gastronomía local es parte del viaje. Echamos un rápido vistazo al cartel con el menú en inglés y pedimos una mesa. El restaurante se llamaba Siv Long y nos sentamos en una especie de terraza destartalada junto a la carretera, con sillas de plástico, manteles coloridos y con las paredes decoradas con carteles de Coca Cola ‘Made in Cambodia’. Un cartel impreso en un folio rezaba ‘Free wifi’, aquello era casi el paraíso. Cenamos fideos de arroz con verduras, rollitos vegetarianos en crudo, noodles con pollo, agua de coco… todo muy rico, barato y local.
Una de las visitas que no pudimos realizar (porque por su horario siempre nos pillaba fuera de la ciudad visitando los templos) fue a Artisans d’ Angkor, una organización social que da empleo a jóvenes de zonas rurales. Artisans d’ Angkor se ha especializado en la tallas de madera y piedra, pinturas sobre tela y otras artesanías de gran calidad. Seguro que hubiera sido una visita interesante de haber tenido más tiempo.
Wat Damnak y Wat Bo
Al siguiente día decidimos visitar las pagodas más importantes de la ciudad. El Wat Damnak, muy cerca de Bourbon street, pero al otro lado del rio, era probablemente el templo más prominente de Siem Reap con una pagoda moderna, varios edificios secundarios y unos jardines bien cuidados.
Pero fue el Wat Bo el que más nos gustó. Se trataba probablemente de la edificación más antigua de la población y poseía todavía unas pinturas bien conservadas del siglo XIX. Recorrimos sin prisa el templo por fuera, mientras Bunrat nuestro conductor y guía nos narraba la historia de cada relieve, que decoraban la parte alta de su muro. Encantado de que aquellos turistas mostraran interés en conocer algo más de su ciudad y su cultura. Nuestra visita coincidió con la vuelta de los monjes al templo, algunos de ellos muy jóvenes, con sus llamativos mantos naranjas, pero tremendamente tímidos y humildes, evitaban cruzarse con nuestras miradas.
Art Center Night Market, Night Market y Psah Chas u Old Market
Otro de los puntos de interés de Siem Reap eran sus mercados y éstos se habían adaptado al hecho de que la ciudad estaba llena de turistas. El Art Center Night Market, a parte de su rimbombante nombre era un mercadillo cubierto justo al otro lado del rio y que resultaba tremendamente atractivo por la noche, por el bonito puente que había que atravesar, todo lleno de luces y los reflejos que éstas creaban en el oscuro rio. El contenido del mercado ya era otra cosa, aunque su nombre hacía pensar que estaba especializado en artesanía, lo que vimos no fue eso. El mercado tenía exclusivamente souvenirs para turistas (camisetas, mochilas, figurillas, imanes…) a un precio casi desorbitado para el nivel de vida del país. Me pareció que ningún camboyano en su sano juicio compraría aquí nada.
El muy concurrido Night Market, justo al lado de Pub street, tampoco nos dejó una gran impresión. Su mercancía contenía básicamente lo mismo que el otro mercado pero éste se desparramaba por calles cercanas al Boulevar Shivatha en pequeños puestos callejeros unos apiñados junto a otros.
Sin embargo el mercado que sí que nos agradó bastante fue el Psah Chas u Old Market. Un mercado donde se podía encontrar toda clase de verduras, frutas, carnes y pescados, además de otras tiendas más turísticas. Aunque cuando nosotros lo visitamos ya era tarde y los puestos de alimentación ya habían declinado, sin duda era uno de los lugares más interesantes de Siem Reap. La llamada 9 street cubría un lateral del mercado y estaba llena de restaurantes con una pinta más que aceptable. La segunda noche acabamos en uno de ellos muy recomendable.
Diario de viaje a Camboya:
Día 1. Visita al parque arqueológico de Angkor. Banteay Srei, Mebon Oriental (East Mebon) y el Pre Rup
Día 2. Visita al parque arqueológico de Angkor. Angkor Wat, Ta Prohm, Bayon, Terraza de los Elefantes…
Día 3. Parque arqueológico de Angkor. Preah Khan, Neak Pean, Ta Som y el grupo de Roulos.
Mercados, restaurantes y pagodas de Siem Reap
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