Guía para un viaje a Italia
Artículos de Italia:
Bolonia
Ferrara
Rávena, arte bizantino
Italia en cifras:
Superficie: 302 069 km²
Población: 60 368 000 hab.
Capital (población): Roma (2 778 662)
Otras ciudades importantes: Milán (1 396 522), Nápoles (938 507), Turín (844 444)
Idioma oficial: Italiano.
Otras once lenguas son cooficiales a nivel regional o municipal. Entre las que se encuentran el alemán tirolés, el occitano o el catalán.
Moneda: Euro (€)
Número de turistas anuales que recibe: 64.513.000 (2021)
Página Oficial: Turismo de Italia
Italia no es por casualidad uno de los países más visitados del mundo por los turistas. Posee ciudades preciosas, pueblos pintorescos y más de 7500 kilómetros de costa con muchas calas y playas de ensueño.
También posee un ingente patrimonio histórico y artístico que lo ha hecho ser el país con más sitios Patrimonio de la Humanidad con 56.
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Documentación y visado
Italia forma parte del Espacio Schengen, un acuerdo mediante el cual la mayoría de ciudadanos europeos no precisan visado para atravesar las fronteras entre los distintos países.
Basta con el documento de identidad o el pasaporte. Hay que recordar que el permiso de conducir no es válido.
Para los ciudadanos de otros lugares puede consultarse en este listado: Quien necesita un visado Schengen
Mejor época para viajar a Italia
Italia es una nación con un clima y una geografía muy diversa. Desde las cálidas islas de Sicilia y Cerdeña desde las que casi se divisa la costa africana, hasta las cumbres nevadas de los Alpes al norte.
Si se va a visitar la mitad sur del país, conviene evitar el tórrido verano y especialmente julio y agosto ya que en esos meses de temporada alta suele haber aglomeraciones en los sitios más turísticos.
En lugares como Roma, Nápoles, la región de Apulia o Sicilia el tiempo es más agradable en otoño o primavera. Y ciertamente también es una buena época para visitar ciudades más al norte como Florencia o
Bolonia.
Por el contrario, la temporada alta del turismo en las regiones de los Alpes y los Dolomitas se extienden desde diciembre hasta marzo. Debido a los numerosos visitantes que disfrutan con la nieve y practican los deportes de invierno.
Un poco de historia
Los límites de la Italia moderna tal y como la conocemos hoy son relativamente recientes. Estas fronteras, con mínimos cambios, datan de la segunda mitad del siglo XIX tras un largo proceso histórico de varias décadas, conocido como Unificación italiana.
Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que lugares de la actual Italia fueron el epicentro de grandes civilizaciones y focos de cultura y arte a lo largo de la historia.
La ciudad de Roma se fundó a mediados del siglo VIII a. de Cristo en mitad de la península itálica. Muchos años después convertida en Imperio dominaba gran parte de Europa, Asia Menor y la costa mediterránea africana.
Lo cierto, es que, pese al tiempo transcurrido tras su desintegración, la influencia del Imperio Romano sigue vigente en numerosos aspectos de la vida contemporánea (lenguas latinas, arquitectura, legislación, gastronomía…)
Entre los siglos XIV y XVI se produjo un movimiento cultural y social que dejó atrás la Edad Media conocido como Renacimiento. De nuevo algunas ciudades italianas como Florencia, Venecia o Ferrara fueron centros de este crucial periodo de la historia de la humanidad.
Que ver en Italia
Roma
La milenaria ciudad de Roma suele ser el lugar de entrada de los extranjeros y el lugar más visitado del país. Algunos de sus monumentos más representativos son el Coliseo, el Foro romano o la barroca Fontana de Trevi. Pero Roma no está anclada en el pasado, sino que es hoy es una ciudad joven y vibrante en la que se puede salir de marcha, degustar su gastronomía, disfrutar de conciertos, visitar museos o alquilar vespas para emular a Audrey Hepburn en su conocida película.
Florencia
Florencia está considerada merecidamente una de las ciudades más hermosas del mundo y culpable del conocido como síndrome de Stendhal. Una afección que padeció el escritor Henri Beyle (Stendhal) en la que sufrió mareos, vértigos y taquicardias ante la belleza que le rodeó al visitar Florencia.
Su provincia la Toscana es también una de las regiones más pintorescas y sus pueblecitos han aparecido en innumerables películas y novelas.
Emilia Romaña
Aunque no tenga la fama de otras regiones italianas, la Emilia Romaña atesora un puñado de ciudades y enclaves de gran interés. Empezando por Rávena, antigua capital del Imperio Romano de Occidente y que conserva en el interior de varios templos, probablemente los mosaicos más bellos de la cristiandad.
No muy lejos, las ciudades de
Bolonia y Ferrara ocuparon un lugar privilegiado en el Renacimiento y poseen numerosos monumentos de aquella época.
Venecia
Algunos han descrito Venecia como un museo a cielo abierto.
La plaza de San Marcos, sus canales, las góndolas o su famoso Carnaval son conocidos en el mundo entero.
En ella no hay atascos de coches, pero sí de visitantes en las zonas más turísticas. O al menos los había, antes de la pandemia de coronavirus.
Las autoridades han comprendido que Venecia es un “ecosistema” muy frágil que debe ser cuidado. Entre otras medidas, los grandes cruceros ya no atracarán en Venecia algo que ayudará a descongestionar al menos en parte esta bella ciudad insular.
Alpes y Dolomitas
La alta montaña en Italia es otro de sus atractivos. La mayoría de las pistas de esquí se encuentran en la región autónoma de Trentino-Alto Adigio, limítrofe con Austria y Suiza. Pero también encontramos algunas en Lombardía, la región más rica e industrializada del país, en la que sobresale Milán, su cosmopolita capital.
Campania
La región meridional de la Campania posee una gran variedad de paisajes y esconde algunos de los mayores tesoros de la Antigüedad.
La vivaz Nápoles con sus mercados y callejones coloridos, la espectacular costa Amalfitana y sus pueblos al borde del acantilado o las ruinas de Pompeya y Herculano, bien merecen una visita.
Sicilia
La mayor isla del Mediterráneo posee una idiosincrasia propia. El calor de sus gentes, su rica gastronomía, sus 1000 kilométros de costa salpicados de playas e islotes. Además de numerosos yacimientos arqueológiocs de la importancia de Agrigento o Taormina. Por no hablar del Etna, uno de los volcanes más activos de Europa.
Transporte en Italia
Carreteras
Italia tiene una densa red de carreteras que llega hasta las aldeas más recónditas. Sin embargo, existe una gran diferencia entre el norte más próspero y el sur más humilde. Mientras que regiones ricas como Lombardía o Piamonte están surcadas por infinidad de autopistas otras regiones al sur como Basilicata o Cerdeña apenas tienen unos pocos kilómetros y deben conformarse con carreteras convencionales. En todo caso, las autopistas suelen ser de peaje, salvo en las inmediaciones de las grandes ciudades.
En las gasolineras puede encontrarse, como en nuestro país, varios tipos de gasolina (benzina en italiano), sin plomo (senza piombo) o diésel (gasolio).
Todas las grandes multinacionales de alquiler de vehículos poseen oficinas en el país transalpino. Aunque a menudo son las pequeñas empresas las que dan unos mejores precios y servicios. Por lo que conviene buscar bien y comparar antes de reservar un vehículo.
Si se prefiere viajar en transporte público, hay múltiples empresas de autobuses que conectan las distintas regiones y pueblos, por muy recónditos que estos sean. La principal empresa que opera por todo el país es Sitabus.
Otra muy extendida es Itabus que también enlaza las principales ciudades italianas.
Pero existen muchas otras especializadas en las distintas regiones. Por ejemplo, en el sur, sobre todo en Puglia y Basilicata destaca MarinoBus y en la isla de Sicilia Sais Autolinee.
Italia en tren
Italia posee más de 16.000 kilómetros de vías férreas, no sólo en la península Itálica sino también en las islas de Cerdeña y Sicilia. Además, también enlaza con los cuatro países con los que comparte frontera terrestre (Francia, Suiza, Austria y Eslovenia).
El principal operador ferroviario es la entidad estatal Trenitalia. Pero desde hace algunos años también compite la empresa privada Italo, aunque esta conecta de momento sólo las grandes ciudades: Roma, Milán, Bolonia, Nápoles y algunas más.
El tren en Italia es una de las maneras más cómodas y rápidas de desplazarse, salvo en zonas de montaña y ciertas zonas rurales donde no ha llegado.
El Trenino Verde son cinco rutas ferroviarias realizadas con locomotoras a vapor que transitan por algunos de los más pintorescos parajes de la isla de Cerdeña. Un viaje nostálgico para descubrir la isla de una manera pausada y distinta.
Aeropuertos
Los aeropuertos con más tráfico de Italia son y a mucha distancia el Leonardo da Vinci de Roma y el Milán-Malpensa de Milán.
La región de Lombardía rica e industrial sitúa a tres aeropuertos entre los cinco más utilizados de Italia y su tráfico en gran medida de negocios. Si se desea visitar el sur del país la entrada más habitual es por Nápoles o Catania en Sicilia.
Barcos y ferris
Italia posee miles de kilómetros de costa, numerosas islas y varios lagos navegables. Por lo que son necesario en muchos casos los desplazamientos en barco.
Destacan los ferris que operan en el Mar Tirreno entre la península y las dos grandes islas Cerdeña y Sicilia. Sin embargo, hay muchas otras ínsulas de menor tamaño, algunas de ellos especialmente turísticas como Elba, Ischia, Capri o el archipiélago de las Eólias. Por no hablar de solitaria isla de Lampedusa, famosa por la arribada de numerosas barcazas de inmigrantes, dad su cercanía a las costas africanas.
Destacan empresas como Tirrenia
que conecta principalmente Génova con Cerdeña y Nápoles con Sicilia.
Por su parte la naviera Alliuro está especializada en la costa de Campania y enlza Nápoles con todas las pequeñas islas de alrededor.
La importante naviera Siremar opera en una treintena de puertos, en especial en Sicilia e islas cercanas, pero también conecta por ejemplo Otranto (en la bota de Italia) con la costa griega o Trieste (en la frontera con Eslovenia) con otras localidades croatas y eslovenas.
Al pie de los Alpes, cerca de la frontera suiza, encontramos algunos de los mayores lagos de Europa meridional como el Garda o el Maggiore. En ellos se puede tomar un ferry para desplazarse entre los distintos pueblos de las orillas o simplemente disfrutar del paisaje.
Mercados de Italia
Los mercados tradicionales italianos son un atractivo en sí mismo. Prácticamente todas las localidades, desde las más grandes hasta los pueblos más pequeños cuentan con al menos un mercado semanal. Y este es un lugar perfecto para conocer mejor las gentes, su gastronomía y su cultura. En Italia al igual que en toda la región mediterránea existe una larga tradición de mercados al aire libre y suelen ser todo un placer para los sentidos.
En los mercados italianos podemos ver y degustar productos de proximidad: verduras, frutas, embutidos, pescados, repostería… Y todo ello puede darnos muchas pistas sobre que se cultiva en la región, cual es la carne más apreciada, si estamos en una zona costera e probar incluso alguna de las especialidades más típicas de la región.
Sería imposible comentar todos los mercados italianos que merece la pena visitar. Sin embargo, podemos citar algunos como el mercado Campo de’ Fiori situado en el mismo centro de Roma y con más de 150 años de antigüedad. En Bolonia no hay que irse sin curiosear y admirar en el Mercato di Mezzo, entre las callejuelas junto a la Piazza Magiore.
Nápoles es otra de las grandes ciudades en la que merece la pena zambullirse en sus mercados, por ejemplo, en el de Pignasecca uno de los más populares de la ciudad.
A quien le guste llevarse buenos recuerdos de Italia, debería olvidarse de los típicos imanes de nevera, tazas o figuritas. Debería comprar comida.
Casi cualquier tienda, sobre todo, en las ciudades ofrecen productos de primerísima calidad envasados al vacío. Solo por poner un ejemplo, en la región de Emilia Romaña se producen algunos de los más sabrosos y reputados alimentos del mundo. Quesos como el Parmigiano Reggiano, el vinagre de Módena, embutidos como la Mortadela boloñesa y salamis, a parte de docenas de tipos de pasta fresca.
Enlaces de interés:
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