Este pequeño y encantador pueblo no suele aparecer en las guías turísticas, ni tampoco cuenta con el renombre de otras poblaciones alsacianas.
Quizá por ello, Rosheim no está atestado de turistas en verano, lo que permite al visitante disfrutar de su ambiente relajado y su autencidad. Además también tienen gran encanto las navidades en Rosheim, lejos de las multitudes de Estrasburgo y otras ciudades de Francia famosas por sus mercados de Navidad.
Lo cierto es que Rosheim quizá sea uno de los pueblos más bonitos de Alsacia, incluso de la extensa región de Grand-Est y además se encuentra muy cerca de su capital, Estrasburgo.
Además, pocas veces puede encontrarse que una localidad tan pequeña, pueda albergar un patrimonio histórico tan rico, en un espacio tan reducido. Rosheim que cuenta apenas con 5000 habitantes puede presumir de ello.
De hecho, ha conservado verdaderas joyas de los siglos XII y XIII por lo que se le conoce como la ‘cité romane’ o ciudad románica. Pero también posee casonas de entramado de madera de los siglos XVI y XVII, torres medievales y otros atractivos que merece la pena explorar.
En Rosheim todavía es posible visitar en soledad su espléndida iglesia románica, o ver como un vecino aparca su coche delante de la puerta del Ayuntamiento y entra en él para hacer algún trámite.
Como muchas de las localidades alsacianas su nombre, Rosheim, procede del alemán y significa, algo así, como ‘el hogar de la rosa’, razón por la cual se la conoce también como ‘La ciudad de las rosas’. Prueba de ello es el escudo de armas de Rosheim, en el que aparece un gran rosa de cinco pétalos y su calle principal que suele estar engalada con grandes tiestos de flores.
La manera más cómoda de conocer la región es con alguna excursión por Alsacia con Civitatis.
Breve historia de Rosheim
La primera cita que se conserva de la ciudad, bajo el nombre de Rodasheim, apareció en un documento de venta de mercancías de la abadía de Fulda (actual Alemania) en el año 778.
Edad Media
Es a partir del siglo XI cuando Rosheim comenzó a prosperar, especialmente por su producción vinícola, convirtiéndose en una ciudad importante de la Alsacia, en el seno del Sacro Imperio Romano Germánico.
En 1218 se produjo uno de los hechos más singulares de la historia de Rosheim conocido como La Guerre des caves algo así como La Batalla de las bodegas.
Thiébaud I, Duque de Lorena envío a sus tropas para invadir Alsacia y estas ocuparon Rosheim sin oposición. La soldadesca entró en las bodegas atestadas de vino y no tardó en emborracharse. Esto fue aprovechado por las gentes de Rosheim que masacraron a 300 soldados invasores.
Ante la debilidad del Sacro Imperio, en 1354, diez de las más prósperas ciudades alsacianas formaron una alianza para unir sus fuerzas. Entre ellas estaban Colmar, Obernai y también Rosheim. Esta liga de 10 ciudades libres conocida como Dekapolis se mantuvo por más de tres siglos.
A finales del siglo XIV la floreciente Rosheim contaba ya con una gran autonomía y una burguesía muy pujante. Lo que le permitió construir un segundo cinturón de murallas, que incluía los tres barrios con que contaba la villa en ese momento.
Siglos XVI-XVII
El periodo renacentista fue de gran prosperidad para la ciudad, como lo atestiguan las numerosas casas burguesas de entramado de madera, muchas de las cuales conservan todavía los escudos de los distintos gremios.
Tras la derrota en la Guerra de los Treinta años (1618-1648) el Sacro Imperio perdió su hegemonía en Europa central. Y además supuso un punto de inflexión para la ciudad de Rosheim que fue bombardeada, ocupada y saqueada en varias ocasiones y sus gentes abocadas a la ruina.
Después del Tratado de Westfalia (1648) Francia se anexionó gran parte de la Alsacia, que disfrutó, sin embargo, de cierta autonomía durante tres décadas más, hasta que Luis XIV impuso su dominio sobre toda la región.
Actualidad
Rosheim es hoy un apacible y bonito pueblo de Alsacia que vive fundamentalmente de la viticultura, de hecho, forma parte de la Ruta de los vinos alsacianos. También discurre por Rosheim la Ruta románica de Alsacia, de la que es probablemente su enclave más destacado.
Estas dos rutas turísticas son las que han propiciado que poco a poco el turismo cobre peso en la economía local. Por ello han surgido en los últimos años varios alojamientos rurales con gran encanto y restaurantes muy recomendables.
Que ver en Rosheim
Rosheim posee un eje central, la Rue General De Gaulle, en torno al cual parece haber crecido todo el pueblo. Y es precisamente en esta calle donde se encuentran casi todos los puntos de interés.
El núcleo original fortificado conocido como Mittelstadt, poseía una forma que recordaba vagamente a un circulo y englobaba unas pocas calles, casas y la iglesia de Sants Pierre et Saint Paul. Posteriormente se construyó un segundo cinturón de murallas que incluía otros dos barrios al este y oeste de la ciudad vieja.
El Rosheim actual conserva intacto su trazado urbano medieval, varias de las antiguas puertas de la ciudad y algún tramo de las murallas.
Dos de las calles con más encanto, la Rue du Lion y la Rue de la Marne describen casi un semicírculo, vestigios de la traza de la antigua muralla y su foso.
Hay que tener en cuenta que, en esta región francesa, especialmente en las zonas rurales está bastante extendido el uso del alsaciano, un ancestral dialecto del alemán. Por ello los paneles de los monumentos, los menús de los restaurantes y la cartelería en general suele aparecer tanto en francés como en lengua alsaciana.
Iglesia de los santos Pedro y Pablo
No es necesario ser amante del arte medieval para admirar la belleza de este majestuoso templo románico.
La iglesia de Saints Pierre et Paul (iglesia de los santos Pedro y Pablo) construida entre los siglos XII y XIII es probablemente el mejor exponente del románico en Alsacia. Aunque el campanario octogonal se terminara en 1286, ya en estilo gótico.
Su estampa equilibrada y armoniosa no es casual, ya que mide 36 metros de largo, mientras que su campanario tiene 37 metros de alto.
Es destacable el uso de los arcos lombardos y el exquisito trabajo de talla en relieves, esculturas y capiteles que aparecen casi en cualquier lugar del templo.
En la decoración de la iglesia se utilizaron formas geométricas, elementos vegetales, así como esculturas de personajes bíblicos y también figuras profanas y fantásticas. Todo ello forma un conjunto tremendamente singular de gran interés.
En su interior destaca la gran altura de la nave central, aunque conviene prestar atención a los detalles. Uno de los capiteles sorprende con 21 cabezas humanas todas ellas distintas. A varios metros de altura, sujetando los arcos pueden encontrarse también extraños personajes.
La iconografía del exterior de la iglesia es muy interesante, ya que muestra la lucha entre el bien y el mal. Pueden verse perfectamente a leones que simbolizan el mal atrapando a humanos que han caído en la tentación. Y en el lado norte dos relieves de personajes fantásticos que raramente se ven en el arte románico: una esfinge y una sirena de dos colas.
Finalmente, en la cabecera aparecen en relieve los símbolos de los cuatro evangelistas: el águila, el ángel, el toro y el león.
Las 4 puertas de Rosheim
En Rosheim se conservan cuatro puertas monumentales que formaban parte de los dos recintos amurallados que tuvo la ciudad.
Para los que llegan desde el este, la Porte de la Vierge (Puerta de la Virgen o de Estrasburgo) suele marcar la entrada al centro histórico.
Se trata de una recia e imponente torre que formaba parte del segundo cinturón de murallas construido en siglo XIV. De hecho, en sus costados todavía pueden verse parte de aquellos muros.
Sobre el arco de entrada se sitúa la imagen de la Virgen María que da nombre al edificio y según la tradición, también protección a la ciudad. Aún más interesante es acercarse y distinguir las marcas de cantero que todavía conservan muchas de las piedras.
Al norte del pueblo, la Porte du Lion de aspecto bastante similar a la anterior, es la otra puerta que se conserva de la segunda muralla.
Siguiendo la Rue du General de Gaulle en apenas 200 metros se llega a la Porte de l’Ecole (de la Escuela) o de Hohenbourg. Esta es la puerta de aspecto menos militar, ya que se encuentra integrada junto con otro edificio que ocupa el lugar de las antiguas murallas medievales.
La encantadora Puerta de la Escuela, casi parece una casita más, con su entramado de madera, su balcón y su afilada torrecilla.
Atravesando la Porte de l’Ecole se llega al corazón de Rosheim, el Mittelstadt, donde encontramos muchos de los monumentos más relevantes de la localidad.
La otra entrada al Mittelstadt es la Puerta del Reloj (Porte de l’Horloge o Zittgloeckeltor) quizá la más elegante de las cuatro torres de la localidad.
Mittelstadt
El barrio más antiguo de Rosheim conserva otros monumentos de interés además de la iglesia y las puertas de la ciudad.
Precisamente el entorno de la puerta del Reloj es un lugar con mucho encanto. Ya que la puerta está rodeada de bonitas casas de entramado de madera y por el otro lado por el Ayuntamiento (Hôtel de Ville). Este edificio construido entre los siglos XVIII y XIX en estilo regencia es el más ostentoso de la población y su fachada se abre a una agradable placita, la de la República.
En ella encontramos el Pozo de los seis cubos (Le puits aux six seaux) una elegante construcción renacentista de 1605 como puede verse inscrito sobre la piedra. En lo alto del pozo, un león sujeta el escudo de Rosheim.
También en la Place de la République está la antigua carnicería hoy Oficina de turismo del Cantón de Rosheim.
No hay que olvidar pasear también por la Rue de la Marne y la Rue du Lion, por donde discurrían las antiguas murallas, en las que hay varias casas que conservan los emblemas de los distintos gremios (panaderos, toneleros, vinicultores…)
Aunque parezca imposible, hasta aquí también ha llegado la especulación inmobiliaria. Recientemente, en 2018, se derribó el Meyerhof una antigua residencia medieval, próxima a la iglesia de los santos Pedro y Pablo, para construir un complejo de apartamentos.
Su destrucción total, salvo uno de los muros, provocó una encendida polémica en la región. Más información en este artículo (en francés) de la Sociedad para la conservación de los monumentos históricos de Alsacia.
Barrios de Oberstadt y Niederstadt
La Casa Románica
En el antiguo barrio de Oberstadt o Ciudad Alta se conservan varias construcciones interesantes y de épocas muy distintas.
La más importante de todas es la Maison romane (o Maison Païenne) que posee un enorme valor histórico al ser uno de los edificios civiles de piedra más antiguos de toda Alsacia.
Data de 1154 y en él destaca su planta cuadrada, sus gruesos muros y cierto aire de torre defensiva. No es desde luego, el tipo de vivienda que esperaríamos encontrar en un pueblecito del siglo XII. La planta baja se utilizaba como zona de almacenaje y la superior como vivienda.
El interior es visitable, pero con un horario muy restringido por lo que conviene ponerse en contacto con la oficina de turismo.
Casas de entramado de madera
Hay docenas de casas tradicionales en Rosheim conocidas en Francia como maisons à pans de bois.
Las casas de entramado de madera más antiguas y también de las más bonitas, se encuentran una al lado de la otra en la calle del General De Gaulle esquina calle de las Violetas. Hay que acercarse para distinguir las preciosas filigranas que se han tallado en la madera.
Estas casas alsacianas están relacionadas con las fachwerkhaus de los territorios alemanes ya que fueron construidas entre los siglos XVI y XVII antes de que la región fuera anexionada por Francia.
En la vecina Alemania también podemos encontrar preciosas muestras de estas casas de madera, por ejemplo, en el bien conservado centro histórico de Bamberg.
Otros puntos de interés
En el barrio de Oberstadt, el más extenso del centro histórico se encuentra también la iglesia de Saint-Étienne, un enorme edificio neoclásico y la antigua sinagoga de finales del siglo XIX. Está documentado que hace siglos Rosheim tuvo una importante comunidad judía.
Paseando por esta zona nos tropezaremos con lavaderos históricos, un jardín al estilo medieval lleno de plantas aromáticas y medicinales, así como un monasterio de monjas benedictinas. Este monasterio funciona como hospedería y ofrece habitaciones donde retirarse del mundanal ruido durante unos días.
Al este, el barrio de Niederstadt no posee monumentos destacables, a parte, de dos de las puertas de la ciudad. Pero si numerosas casas de entramado de madera y algunas calles con mucho encanto. Como la Rue du coin, que como su nombre indica hace una esquina, algo parecido a la singular calle del Codo en el centro histórico de Madrid.
Aquí también encontramos uno de los mejores restaurantes de Rosheim, el Auberge du Cerf, que destaca por sus excelentes carnes y el uso de productos de temporada.
Como llegar desde Estrasburgo
Estrasburgo, la capital alsaciana suele ser un buen punto de partida para explorar la región. Alsacia cuenta con una buena red ferroviaria, eso hace que se puedan visitar muchos de sus pueblos en transporte público.
Rosheim se encuentra a tan sólo 25 kilómetros de Estrasburgo, por lo que es una perfecta excursión de un día, sobre todo, si se complementa con otro pueblo cercano como Obernai.
El tren desde Estrasburgo tarda entre 20-25 minutos, aunque la estación está en las afueras, a 1,5 kilómetros del centro histórico.
Pueden consultarse horarios y frecuencias en la web oficial de OUI sncf.
Dónde dormir en Rosheim
A parte del austero monasterio benedictino, Rosheim ofrece unos cuantos alojamientos rurales muy interesantes.
La Maison d’hôtes La Rose d’Alsace situada en una vieja mansión que data del siglo XVIII, es un lugar inmejorable para hacer noche en Rosheim . Es un alojamiento muy acogedor, a cinco minutos de cualquier lugar de interés de Rosheim.
Enlaces de interés:
Turismo de Rosheim
Ruta de los vinos de Alsacia
Ruta del románico de Alsacia
Artículos sobre Francia:
Estrasburgo
Nancy (Ciudad Vieja)
Nancy Art Nouveau
Obernai (Alsacia)
Rosheim (Alsacia)
Películas rodadas en París.
Alsacia y la Ruta de las Crestas
Deja una respuesta