La Roca de Cashel y la abadía de Hore son una visita obligada para los amantes del patrimonio histórico irlandés
La torre redonda y la catedral de Rock of Cashel

La torre redonda y la catedral de Rock of Cashel

A medio camino entre Dublín y Cork, las ciudades de mayor tamaño de Irlanda, se encuentra la pequeña localidad de Cashel.

Perdida en mitad de la campiña irlandesa, Cashel pasaría por ser otro pequeño pueblo del sur de Irlanda, si no fuera por su excepcional patrimonio.

Aquí se haya uno de los monumentos históricos más bellos y fotografiados del país: Rock of Cashel. Cuya inconfundible silueta en lo alto de una colina siempre verde, es uno de los símbolos de Irlanda. Pero más allá de su indudable fotogenia, Rock of Cashel tiene también un enorme valor histórico y artístico.

La abadía de Hore, situada entre prados verdes

La abadía de Hore, situada entre prados verdes

Cashel es una localidad de algo más de 3000 habitantes, pero cuenta también con otra joya medieval, las ruinas de la abadía gótica de Hore.

Por su parte, el pueblo menudo y acogedor mantiene intacto el encanto de la Irlanda rural. Y es que Cashel a pesar de su gran atractivo, no ha sido invadido por el turismo de masas y resulta una visita de lo más placentera.

Rock of Cashel

Historia de la Roca

Rock of Cashel fue en otro tiempo el centro de poder de los reyes de Munster. Este reino ocupaba toda la zona suroeste de la isla y perduró más de 1000 años llegando a ser el más próspero de la isla.

Fueron los reyes de la dinastía de los Eóganacht, hacia el siglo V d. de C, los que instalaron aquí su sede, en una imponente fortaleza construida sobre la colina.

Vista de Rock of Cashel desde la abadía de Hore

Vista de Rock of Cashel desde la abadía de Hore

Según cuenta la leyenda, el mismo San Patricio bautizó a los nietos de Conall Corc, uno de los reyes más importantes de la dinastía. Precisamente en Rock of Cashel puede contemplarse la preciada Cruz de San Patricio del siglo XII.

En el siglo X el clan de los Dál gCais derrocó a los Eóganacht y se hizo con el poder del reino. Algunos años más tarde esta familia en una decisión estratégica, entregó la Roca de Cashel a la iglesia. Consiguiendo el favor de esta y privando a la familia rival de su antiguo trono real.

De hecho, la mayor parte de los edificios que se conservan en la actualidad son de carácter religioso, pertenecientes a los siglos XII y XIII.

En 1152, Cashel pasó a ser uno de los cuatro arzobispados de Irlanda, por lo que siguió siendo un centro de poder, pero eclesiástico, a partir de entonces.

La Catedral y la torre residencial de la Roca de Cashel

La Catedral y la torre residencial de la Roca de Cashel

Rock of Cashel siguió usándose para el culto durante siglos, hasta que se abandonó definitivamente a mediados del XVIII. En 1869 pasó a formar parte del patrimonio irlandés y fue declarado Monumento Nacional.

Visita a Rock of Cashel

La preciosa colina de la Roca de Cashel es visible casi desde cualquier lugar del pueblo y se encuentra prácticamente dentro del casco urbano.

Lo más aconsejable es hacer al menos una o dos noches aquí, ya que de ese modo se podrá disfrutar de la preciosa silueta de la colina al atardecer. Y también visitar tranquilamente la abadía de Hore, el pueblo de Cashel y quizá otros lugares cercanos como el castillo de Cahir o la bonita ciudad de Kilkenny.

El transepto norte de la catedral y la torre redonda

El transepto norte de la catedral y la torre redonda

En temporada alta son habituales los autobuses cargados de turistas procedentes de Dublín o Cork que ofrecen una excursión de un día. Por lo que el mejor momento para visitar Rock of Cashel es probablemente a primera o última hora, cuando no hay visitantes de paso.

El monumento abre sus puertas a las 9 horas, pero el cierre varía según la estación del año por lo que conviene comprobar los horarios.
La entrada para adultos cuesta 8€, pero quizá convenga hacerse con la Heritage Card que permite el acceso a este y otros casi 100 monumentos por toda la República de Irlanda por tan solo 40€ (y válida por un año).

La visita a este excepcional complejo eclesiástico, probablemente el más importante de Irlanda junto a Clonmacnoise, merece no menos de una hora.

La Catedral

Una vez traspasadas las taquillas uno puede optar por entrar al pequeño museo instalado en la sala de la coral de los vicarios. Estas estancias han sido restauradas y en el sótano puede contemplarse la auténtica Cruz de San Patricio, resguardada aquí de las inclemencias del tiempo.

Saliendo al exterior nos tropezamos con la réplica de esa cruz, a los pies de las imponentes ruinas de la catedral. Sus muros de piedra oscura y sus líneas góticas resultan de una enorme elegancia, a pesar de los derrumbes de alguno de sus muros y la casi total ausencia de las techumbres que la cubrían.

La catedral se construyó a mediados del siglo XIII con una estructura cruciforme, encajonada entre tres construcciones ya existentes. Por el lado sur la capilla de Cormac y al norte, la torre redonda y un aljibe.

Merece la pena recorrer su interior, atizado a menudo por la lluvia y el frío, al haber desaparecido las cubiertas.

La capilla de Cormac a la izquierda junto a los muros de la catedral

La capilla de Cormac a la izquierda junto a los muros de la catedral

Sus muros desolados conservan, sin embargo, las delicadas ventanas con arcos apuntados y en el transepto sur hay restos de pinturas murales.

La pérdida de las bóvedas que cubrían la catedral ofrecen puntos de vista curiosos, que permiten, por ejemplo, contemplar la torre redonda desde el interior de la catedral.

Junto al bello pórtico de entrada se encuentra el conocido como castillo o torre residencial, que pese a ser la construcción más moderna está parcialmente derrumbado.

La Capilla Cormac y la Torre redonda

Adosada a los muros de la catedral se halla la capilla de Cormac (Cormac’s Chapel), un edificio del siglo XII y quizá el más excepcional de Rock of Cashel.

La capilla posee relieves singulares en su pórtico norte, en los que destaca un centauro lanzando flechas a un león, además de diversos motivos celtas. Las paredes de su interior cobijan preciosas pinturas que representan el bautismo de Cristo y los Reyes magos.

La capilla ha sido recientemente restaurada y debido la fragilidad de sus frescos solo se permite el acceso a un número restringido de personas al día.

Torre redonda de la Roca de Cashel

Torre redonda de la Roca de Cashel

Rodeando la catedral a través de lápidas mohosas y hermosas cruces celtas se llega hasta el pie de la torre redonda. Construida probablemente en el primer tercio del siglo XII, es el edificio más antiguo de Rock of Cashel. En ella sorprende su puerta, situada a 3,5 metros del suelo.

Las torres redondas eran campanarios independientes de las iglesias y son un elemento arquitectónico único de Irlanda. Se han preservado un puñado de torres redondas de entre los siglos X-XII, por ejemplo, en Kilkenny o Clonmacnoise, aunque la de Roca de Cashel es de las pocas que se conserva íntegra, incluyendo su techo cónico.

Finalmente, todo el recinto se encuentra protegido por un muro exterior construido sobre la misma roca desnuda de la cima de la colina.

Claustro e iglesia de la abadía de Hore

Claustro e iglesia de la abadía de Hore

La abadía de Hore

Aunque la gran atracción de la localidad es, por supuesto, la Roca de Cashel, no hay que marcharse sin visitar las hermosas ruinas de la abadía de Hore.

Estas se encuentran en un enclave casi idílico, rodeado de verdes prados donde pastan rebaños de vacas y con unas vistas de Rock of Cashel realmente envidiables. Unas vacas, por cierto, que a menudo se acercan a la abadía para rascarse con placer en sus muros de piedra.

El conjunto eclesiástico de Hore está ubicado a menos de un kilómetro del centro del pueblo y es accesible a pie bordeando la carretera en dirección a Dundrum.

Esta abadía fue construida por monjes benedictinos en 1266, pero pocos años más tarde, el arzobispo McCarvill los expulsó y se la entregó a la orden cisterciense. El arzobispo también dio a los monjes cistercienses molinos y otros terrenos que pertenecían al pueblo, lo que provocó un gran rechazo social.

Aunque la construcción de la abadía original data del siglo XIII, dos siglos después se realizaron importantes reformas, por ello su aspecto general es de estilo gótico.

David de Cuaderno de Viaje

David de Cuaderno de Viaje (Foto: Patricia)

La abadía de Hore ha permanecido abandonada muchos siglos por lo que gran parte de ella se ha derrumbado. Puede verse como las grietas entre las piedras han sido aprovechadas como cobijo por algunas plantas. Sin embargo, todavía sigue en pie gran parte de la nave central y la imponente torre del crucero de la iglesia.

Lamentablemente no queda gran cosa del claustro, más allá de los cimientos. Este tenía la particularidad de que era el único monasterio cisterciense irlandés con el claustro situado al norte.
A pesar de todo pasearse por entre sus muros desnudos, los arcos apuntados y las tumbas de los antiguos monjes, tiene mucho encanto, en especial al atardecer.

Una curiosidad sobre la abadía:
Parece ser que el nombre de Hore proviene de la palabra en gaélico ‘iubhair’ que hace referencia al árbol del tejo. Sin embargo, es habitual que los angloparlantes hagan bromas debido a la similitud en la pronunciación con la palabra inglesa ‘whore’ (puta).

El pueblo de Cashel

A pesar de que Cashel es un pueblo bastante pequeño merece la pena dar un paseo, especialmente por su calle principal, llamada lógicamente Main Street.

Oficina información turística y detrás el Kearney's Castle

Oficina información turística y detrás el Kearney’s Castle

Aquí encontramos la mayor parte de los comercios, desde supermercados como el SuperValu a tiendas tradicionales con gran encanto. Por no hablar de algunos de los pubs más apreciados de los alrededores, como el T.J. Ryan o el John J. Feehan. Si se desea tomar algo en un local más refinado se puede optar por el Mikey Ryan’s Bar & Kitchen.

En la Main Street encontramos también un imponente torreón datado en el siglo XV, el Kearney’s Castle, hoy convertido en hotel.

Y justo enfrente, una gran casona de piedra pintada de ocre que alberga la Oficina de turismo y el Heritage Centre que muestra el patrimonio de Cashel a través de una exposición multimedia. Este es, sin duda, el mejor lugar donde informarse sobre las visitas que hacer en la localidad.

A ambos lados de la calle principal también hay algunas visitas de interés.El Cashel Folk Village es un pequeño y curioso museo con una colección que repasa la historia de la región y de Irlanda en sus últimos siglos.

Tiendas tradicionales en la Main street de Cashel

Tiendas tradicionales en la Main street de Cashel (Foto: Álvaro Romero)

Pero también puede optarse por perderse entre los 12.000 libros de la Bolton Library, una biblioteca que cobija las colecciones de los obispos de Cashel.

A dos calles de la Oficina de turismo, encontramos las ruinas de un pequeño monasterio dominico, la St. Dominick’s Abbey. Aunque no se permite la entrada y hay que contentarse con ver su interior a través de sus verjas.

Donde dormir en Cashel

El condado de Tipperary, situado en el interior de la isla no es precisamente uno de los más turísticos de Irlanda. Ni siquiera una localidad tan interesante como Cashel, cuenta con demasiados alojamientos. De manera que si se desea visitar este pueblo en temporada alta es conveniente reservar con cierta antelación.

Rockville House, uno de los mejores Bed & Breakfast de Cashel

Rockville House, uno de los mejores Bed & Breakfast de Cashel

Porque los mejores hoteles y Bed & Breakfast de Cashel no tardan en llenarse. Quizá el mejor de ellos sea el Rockville House B&B. No solamente se encuentra en una situación privilegiada, a los pies de Rock of Cashel. Si no que la mayoría de sus habitaciones son amplias y acogedoras.

Mención aparte merece el casero de la Rockville House, Patrick es larguirucho, alegre, atento, divertido y bromista. Y hace que la estancia en su Bed & Breakfast sea un placer.

El desayuno, abundante y variado se sirve en grandes mesas que se comparten con otros huéspedes de todas las nacionalidades. Ideal para aquellos que deseen practicar su inglés con británicos, franceses o norteamericanos en ruta por la Irlanda más auténtica.

Ruinas de la abadía de Hore

Ruinas de la abadía de Hore

Enlaces de interés:
Turismo Cashel
Rock of Cashel. Tipperary
Hore Abbey
Cashel Folk Village

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