Esta pequeña ciudad de la Subbética cordobesa atesora un enorme patrimonio artístico
Vistas de Priego desde la Torre Gorda del castillo

Vistas de Priego desde la Torre Gorda del castillo

A medio camino de Córdoba y Granada, entre suaves colinas y campos moteados de olivos, aparece la ciudad de Priego de Córdoba.

Su centro histórico se asienta sobre un altozano que domina majestuoso todos los alrededores. Pero, aunque las vistas son magníficas, en Priego hay que mirar hacia adentro, perderse por las angostas callejas del Barrio de la Villa o descubrir a cada paso una antigua casona señorial o una preciosa iglesia barroca.

La calle Jazmines, en el Barrio de la Villa

La calle Jazmines, en el Barrio de la Villa

La comarca cordobesa de la Subbética está plagada de imponentes fortalezas medievales y pintorescos pueblos de casas encaladas. Pero el patrimonio histórico y artístico que atesora Priego de Córdoba lo convierte en la verdadera joya del sur de la provincia.

Otro de los grandes atractivos de la localidad es su excelente gastronomía, con platos tan sugerentes como el relleno de carnaval o el remojón de naranja.

Así mismo, la cocina de la comarca no puede entenderse sin el aceite de oliva, que cuenta además con una Denominación de Origen Protegida (D.O.P. Priego de Córdoba). Todos los campos circundantes pertenecen a esta D.O.P. incluidos los términos municipales de pueblos cercanos como Carcabuey.

La manera más cómoda de ver la ciudad es con una visita guiada por Priego de Córdoba con Civitatis.

Un poco de historia

La iglesia de la Aurora al atardecer

La iglesia de la Aurora al atardecer

En los primeros siglos de nuestra era existió aquí un asentamiento romano y una necrópolis, en la que se encontró un valioso ajuar funerario, que puede verse hoy en el Museo municipal. Además, en el extenso término municipal de Priego se han contabilizado más de un centenar de yacimientos de origen romano.

Pero fue más tarde, en época del Califato de Córdoba cuando se fundó Medina Baguh o Medina Bagha, germen del Priego actual.

Bajo el imperio almohade, en torno a los siglos XII y XIII la ciudad alcanzó gran esplendor, llegando incluso a acuñar moneda.
Sin embargo, tras la derrota almohade frente a las tropas cristianas en la batalla de Navas de Tolosa (1212) la región no tardó en convertirse en una zona fronteriza hostil e inestable. De hecho, la ciudad cambió de manos varias veces hasta que la tomó definitivamente Alfonso XI en 1341.

A principios del siglo XVI los Reyes Católicos fundaron el marquesado de Priego y se levantaron en la villa alguno de sus edificios más insignes: las Carnicerías reales, la iglesia de la Asunción o la Casa del Cabildo.

Pero el momento de mayor prosperidad para la ciudad tuvo lugar en el siglo XVIII gracias a que se convirtió en un importante centro de la industria textil, en especial de la seda. Fue entonces cuando en Priego de Córdoba se erigieron algunas de las obras barrocas más bellas de Andalucía: el Sagrario de la iglesia de la Asunción, la Fuente del Rey o la iglesia de la Aurora.

En la actualidad la economía local se asienta en varios pilares, en especial, la agricultura (basada en el aceite de oliva), la industria textil y el turismo, atraído por su enorme patrimonio arquitectónico.

Vistas del Barrio de la Villa y el Adarbe de Priego desde el valle

Vistas del Barrio de la Villa y el Adarbe de Priego desde el valle (Foto: Turismo de Priego)

Cómo llegar a Priego

Se puede llegar en autobús a Priego de Córdoba, sin dificultad, desde las principales capitales andaluzas. Córdoba, Málaga, Granada o la cercana Lucena tienen varias conexiones diarias, aunque éstas se reducen los fines de semana.

Quizá por ello la mayoría de visitantes opta por el transporte privado. Pero no conviene penetrar en el centro histórico con el coche, los estacionamientos escasean, las calles son estrechas y Priego es decididamente más bonito sin coches.

Por ello lo mejor es dejar el vehículo aparcado en la parte nueva de la ciudad, o más cerca, en uno de los numerosos parkings públicos que hay entre la Avenida de Ramón y Cajal y el Ayuntamiento (ver mapa).

El Ayuntamiento de Priego situado en el llamado Paseillo

El Ayuntamiento de Priego situado en el llamado Paseillo

Qué ver en Priego

El Paseíllo y la calle del Río

La plaza de la Constitución o ‘Paiseíllo’ como popularmente lo llaman los prieguenses es un buen punto de partida para explorar la ciudad. Aquí encontramos un agradable parque y el elegante edificio del Ayuntamiento, de mediados del siglo pasado, cubierto con dos filas de columnas.

En su planta baja se halla la Oficina de Turismo, una parada ineludible e ideal para hacerse con un buen mapa, conocer los exiguos horarios de visita de las iglesias barrocas y recibir algunos buenos consejos.

Casi desde uno de los extremos de la plaza, se accede a la calle del Río, la más ancha y señorial arteria del centro monumental. En ella podemos encontrar no solo las casas solariegas y palacetes más ostentosos de Priego sino también un par de pequeñas iglesias del siglo XVIII.

En el número 33 de esta calle también se ubica la Casa Museo de Alcalá-Zamora, probablemente el personaje más insigne nacido en la villa. Niceto Alcalá-Zamora fue el primer presidente de la II República entre 1931 y 1936, año en que estalló la Guerra civil española.

La Fuente del Rey una hermosa obra barroca

La Fuente del Rey, una hermosa obra barroca

La fuente del Rey

Al final de la sinuosa calle del Río encontramos uno de los monumentos más bellos e inesperados de esta pequeña ciudad andaluza. La conocida como Fuente del Rey formada por los estanques de la Fuente de Neptuno y más atrás, como surgiendo de entre la vegetación, la Fuente de la Salud.

La conocida como Fuente de Neptuno es una hermosa obra del barroco tardío que parece sacada del mismo Palacio de Versalles, tal es la magnificencia de sus esculturas y los relieves de sus 139 caños. Y sin embargo se encuentra sorprendentemente bien integrada en un entorno de casitas bajas y un pequeño jardín con setos y árboles.

Esta fuente de inspiración mitológica posee tres estanques bien diferenciados. El primero está habitado por la escultura de un león que lucha contra una serpiente, mientras que en el centro del segundo estanque reina el Dios Neptuno cabalgando sobre dos caballos que surgen de las aguas. En el último, el agua desaparece a través del conocido como Mascarón del Clero, ya que fue financiado por este.

La Plaza de San Antonio, uno de los rincones más bonitos del Barrio de la Villa

La Plaza de San Antonio, uno de los rincones más bonitos del Barrio de la Villa

Al fondo de la plazuela encontramos la Fuente de la Salud, empotrada contra la ladera ajardinada de la que surge el manantial. Este monumento, bastante anterior a la fuente de Neptuno, está datado en el siglo XVI y fue concebido en estilo manierista. De hecho, el frontispicio de la fuente, más parece la fachada un palacio y puede recordar por su almohadillado al Palacio de Carlos V de Granada, una obra de la misma época.

El Barrio de la Villa

En el otro extremo del núcleo histórico se halla la zona más antigua y también más pintoresca de la ciudad.

El Barrio de la Villa tiene origen andalusí y conserva un trazado árabe de callejas estrechas y sinuosas. Sus casitas de una altura, dos a lo sumo, están pintadas de un blanco inmaculado y cubiertas de tiestos con flores incluso en lo más duro del invierno.
Lo mejor es guardar el mapa y dejarse perder por sus callejuelas, poniendo a prueba los sentidos. Uno no tarda en enamorarse de los contrastes de color entre las plantas y macetas sobre las paredes encaladas o el aroma envolvente de los geranios y jazmines.

Callejuela del Barrio de la Villa

Callejuela del Barrio de la Villa

Durante todo el año los vecinos son los que mantienen engalanadas sus fachadas, al igual que sucede en el muy emparentado Barrio de la Judería de Córdoba.

Entre este precioso entramado laberíntico destacan tres calles. La calle Jazmines repleta de flores serpentea en torno a un costado de la Parroquia de la Asunción.

La calle Real es la más importante y aparece de una punta a otra del barrio describiendo un trazado inverosímil con forma casi oval. En ella se asientan un puñado de casas rurales y pequeños hoteles que parecen competir por cual tiene más encanto.

Y por fin envolviendo todo el norte y el oriente del Barrio de la Villa: el Adarve. Una calle que es en sí misma un amplio mirador, que describe una media luna y muestra ante sí los campos y colinas circundantes.

La pérgola del Paseo Colombia con el mirador del Adarbe al fondo

La pérgola del Paseo Colombia con el mirador del Adarbe al fondo

Paseo de Colombia

En un costado del Barrio de la Villa se abre una amplia plaza cubierta de árboles conocida como el Paseo de Colombia.

Este cuidado jardín está salpicado de parterres, fuentes y hermosas esculturas de influencia clásica. Justo en el centro, merece la pena rodear el grupo escultórico de ‘La defensa de Zaragoza’ obra crucial del escultor prieguense José Álvarez Cubero.

Aunque la vista más hermosa se tiene quizá en un extremo, junto a la pérgola con la estatua de Ganímedes recortándose sobre el mirador del Adarve.

La iglesia de la Asunción

Da una idea de la importancia de la Iglesia de la Asunción, no sólo su gran tamaño, sino el hecho de que se levantara en un lugar preeminente de Priego, entre el Barrio de la Villa y el Castillo.

La hermosa capilla del Sagrario en la iglesia de la Asunción

La hermosa capilla del Sagrario en la iglesia de la Asunción

Aunque La Asunción fue concebida como un templo gótico-mudéjar, casi todos estos elementos quedaron ocultos por remodelaciones posteriores. Cabe destacar, sin embargo, las cubiertas mudéjares que aún se conservan sobre la bóveda barroca y la puerta de la plaza de Santa Ana considerada plateresca.

La iglesia que hoy podemos admirar pertenece en gran medida a la reforma realizada a mediados del siglo XVIII, en pleno auge del barroco.
Mientras que su exterior es relativamente sobrio, con sus muros encalados y su torre con apenas ornamentos, su interior muestra capillas, bóvedas y retablos de un recargado barroco cordobés.

El Sagrario

La obra maestra que guarda La Asunción es la capilla del Sagrario, datada en 1784 y atribuida al artista local Francisco Javier Pedrajas. El Sagrario consta de dos cámaras, la primera, más tenue y pequeña muestra en sus paredes escenas del Antiguo Testamento.

La segunda estancia, hermosa, suntuosa y luminosa es sin duda una de las obras cumbre del barroco cordobés. Posee una planta octogonal, con una tribuna superior y coronada por una cúpula gallonada de belleza sobrecogedora.

Mientras que en otras obras del barroco andaluz prima la policromía, en el Sagrario de la Asunción prevalece un blanco pulcro que le dota de una enorme elegancia.

La decoración de las yeserías y molduras parece ocuparlo todo y muestran escenas, esta vez, del Nuevo testamento. Bajo la tribuna se sitúan siete hornacinas que cobijan a otras tantas imágenes de santos. Y en la parte central un tabernáculo en tonos dorados con los cuatro evangelistas.

La iglesia de San Francisco

La iglesia de San Francisco (Foto: Turismo de Priego)

Otras iglesias barrocas

Pero la iglesia de la Asunción no es la única joya del barroco religioso, ya que en Priego de Córdoba hay al menos una decena de templos de ese estilo construidos en los siglos XVII y XVIII.
Destaca de entre todas, la iglesia de la Aurora, con una angosta pero muy decorada fachada concebida en dos pisos. Y su delgado campanario, delicadamente cubierto en su parte alta de retorcidas volutas.

La Aurora se levantó sobre una antigua ermita y su reconstrucción se debió a Juan de Dios Santaella, al que también se le atribuye la talla del retablo mayor.
Su interior ornamentado es lo que llama más la atención de esta pequeña iglesia de una sola nave. En particular las rebosantes yeserías de flores, motivos vegetales y ángeles que abarrotan la cúpula y las bóvedas.

Priego

Las camareras de Jesús Nazareno mantienen la capilla impecable

La iglesia de San Francisco es, sin duda, otro de los templos principales de la ciudad. Su elegante fachada cubierta de esgrafiados, con el campanario en su costado va a dar a una de las plazuelas con más encanto de Priego.

Pero son las valiosas tallas que cobija en su interior las que le dan verdadera fama. En especial la de Jesús Nazareno, la imagen más venerada de la ciudad y que junto a las demás tienen su momento de mayor esplendor en la concurrida Semana Santa prieguense.

El castillo

De la antigua alcazaba árabe de Medina Baguh quedan ya pocos vestigios a la vista, quizá algunos arcos de herradura aquí y allá. Tras la conquista cristiana, la Orden de Calatrava levantó la imponente Torre del Homenaje (o Torre Gorda) y posteriormente los Fernández de Córdoba reconstruyeron gran parte de la fortaleza.

Hoy los altos muros del castillo siguen resultando majestuosos, a pesar de tener algunos edificios adosados, unos con mucho más acierto que otros.

Murallas del Castillo

Murallas del Castillo (Foto: Turismo de Priego)

No hay que olvidarse de rodear las murallas por la calle Santiago, indudablemente uno de los rincones más pintorescos de Priego. Aquí se puede contemplar, a apenas unos pasos de distancia, un pedacito del Barrio de la Villa, los lienzos del castillo y unas bonitas vistas de las afueras y la sierra.

A principios del 2020 el Ayuntamiento de Priego finalizó una modélica rehabilitación del castillo, que ahora luce en todo su esplendor. Se han incorporado unos excelentes paneles informativos y también se ofrece una experiencia de realidad virtual para hacer aún más sugerente la visita.

La Torre del Homenaje es la parte más interesante del conjunto, ésta se utilizó como aljibe, almacén y su planta superior como residencia de los nobles.

Merece la pena subir hasta lo alto de ella y admirar Priego a través de sus almenas, especialmente la torre y las cubiertas de la iglesia de la Asunción y el bonito Barrio de la Villa.

Las Carnicerías reales y el Huerto de las Infantas

Siguiendo por la citada calle Santiago se llega al parque con más encanto de la villa: La Huerta de las Infantas. Este fue, en otro tiempo, el jardín romántico de la familia propietaria de La Quinta anexa y aquí celebraban sus fiestas y veladas privadas. Hace algunos años las autoridades restauraron sus fuentes y terrazas y se abrió al público en general.

Patio de las Carnicerías Reales

Patio de las Carnicerías Reales

A dos pasos de la Huerta de las Infantas se encuentra otro de los edificios más sorprendentes de Priego: las Carnicerías Reales. Como bien sugiere su nombre se trata del antiguo matadero y mercado de carne, que estuvo en uso durante los siglos XVI y XVII.

Sólo que en este caso se trata de un elegante edificio manierista con influencia del Renacimiento italiano y un precioso patio interior con columnas y arcos de medio punto.

Vale la pena pasear por sus galerías descubriendo las máscaras que decoran las torrecillas y también los restos de la policromía original que se conservan en una de las arquerías.

Otro elemento muy destacable es la hermosa escalera en espiral construida en piedra por la que se subían o bajaban las piezas de carne al semisótano.
Este espacio abovedado donde antaño se despiezaba al ganado se ha habilitado para mostrar una pequeña exposición en torno oro líquido de Priego: el aceite de oliva.

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Hospedería San Francisco

Hospedería San Francisco (Foto: Turismo de Priego)

Dónde dormir

Junto a la iglesia de San Francisco se halla el antiguo convento del mismo nombre, hoy convertido en la acogedora Hospedería San Francisco. Y que todavía conserva su precioso patio interior de origen renacentista.

Un lugar inmejorable para hospedarse si se quiere visitar Priego de Córdoba y a un precio más que asequible. Muy demandado, además, por los que desean disfrutar de la salida o entrada de Jesús Nazareno en Semana Santa.

Si, por el contrario, se prefiere una experiencia más sosegada y que alimente los sentidos, nada mejor que alojarse en la Casa Baños de la Villa, enclavada en la Calle Real en la zona más bonita de Priego.

Aquí además de descansar en una casa rural con encanto se puede disfrutar de baños termales o saborear distintas variedades de té.

En todo caso, la localidad y sus alrededores cuentan con más de 1300 plazas hoteleras, por lo que no suele ser complicado encontrar el alojamiento más adecuado a nuestros gustos o bolsillo. En Semana Santa, sin embargo, conviene, reservar con cierta antelación.
En esta página pueden encontrarse algunas buenas opciones: Dónde dormir en la Subbética.

En el Sagrario con Lucía González de Turismo de Priego

En el Sagrario con Lucía González de Turismo de Priego (Foto: Álvaro Romero)

No deje de pasar por…

Un buen sitio donde comer o simplemente tomar unas raciones muy sabrosas es la Cafetería Restaurante Río, situada en la calle homónima.

Casi enfrente, la Confitería La Flor de Mayo es toda una institución en la localidad. Decididamente no hay que irse de Priego sin probar alguno de sus riquísimos dulces y pasteles. Pregunte por los barquillos de crema, una apuesta segura.

Si se quiere explorar la zona y no se sabe ni por dónde empezar, nada mejor que acudir al Centro de Servicios Turísticos 4U, donde se podrá encontrar todo tipo de ideas. Pero lo mejor de esta agencia de viajes es que también es una tienda Gourmet que ofrece a la venta los mejores productos de la región.

Bien entrado el siglo XXI todavía existen artesanos que trabajan la madera y el pan de oro como antiguamente lo hacían los mejores imagineros. El escultor y tallista Fernando Cobo tiene abierto su taller (en la calle Santiago 1) a todo aquel que quiera visitarle para admirar su trabajo o encargarle alguna pieza religiosa. Merece la pena.

Este artículo se ha escrito tras un viaje de prensa en el que se me han proporcionado diversos servicios. Sin embargo, las opiniones aquí recogidas son todas reales y fruto de mi experiencia personal.

Mapa de Priego

Enlaces de interés:
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