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La segunda población en importancia de Baviera se muestra en la actualidad como una próspera ciudad del centro de Alemania.
La capital de la región de Franconia ha sabido armonizar perfectamente su rico pasado, con un presente en que pasa por ser sede de importantes ferias de negocios y grandes empresas industriales. Destacan grandes compañías electrónicas y tecnológicas como Grundig u otras especializadas en material de escritura como Staedtler o Faber-Castell.
Si no se dispone de vehículo, el ferrocarril puede ser una excelente manera de llegar a la capital de Franconia. Núremberg se encuentra a poco más de 1 hora en tren de Múnich y a unas 3’15h de la capital Berlín.
Desde el punto de vista turístico merece la pena recorrer su remozado centro histórico, rodeado de 5 kilómetros de murallas y protegido por un puñado de robustas torres.
Existen muchas visitas guiadas y excursiones en Núremberg si uno no le gusta organizar demasiado el viaje..
Un poco de historia
Fundación de Núremberg
Para disfrutar y entender la visita a esta urbe moderna y antigua a la vez, conviene conocer al menos algunos detalles de su fascinante historia.
La primera cita histórica data del año 1050, por lo que se deduce que Núremberg tiene cerca de 1000 años de existencia.
Ya a finales del siglo XI, se convirtió en uno de los centros de poder del Sacro Imperio Romano Germánico, puesto que aquí se celebraron algunas de las llamadas Dietas imperiales. En estas asambleas se reunían los representantes de las distintas regiones y localidades del Imperio.
Las Dietas Imperiales se celebraron también en otras importantes urbes alemanas, como la bella Ratisbona, situada también en Baviera unos 100km más al sur.
Ciudad Libre Imperial
En 1219, Núremberg alcanzó el título de Ciudad Imperial Libre al igual que otras localidades bávaras cercanas como Rothenburg o Nördlingen. Al depender directamente del emperador y no tener que pagar ya tributos al clero y la nobleza, estos territorios tuvieron un largo periodo de esplendor.
Núremberg se convirtió en un importante núcleo mercantil en mitad de la ruta comercial que iba desde Italia hasta las ciudades hanseáticas del norte de Europa.
A partir del siglo XIV aquí se establecieron insignes científicos, como el cartógrafo Martin Behaim que construyó uno de los primeros globos terráqueos. Y también florecieron las artes. El admirado artista Alberto Durero era originario de Núremberg y estableció su taller aquí. El gran pintor y grabador renacentista parece hoy omnipresente, ya que fue quizá el personaje más destacado y ha sido adoptado como símbolo de la ciudad.
En 1806 con la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico, Núremberg se integró en Baviera, junto con la mayor parte de la región de Franconia. Un momento clave de esta época fue la construcción en 1835 del primer tramo de ferrocarril de Alemania, que unió Núremberg con la cercana población de Fürth.
El Partido Nazi
Tras la derrota alemana en la Gran Guerra, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Nazi) surgió en 1920.
El partido nazi tenía una ideología ultranacionalista que pretendía restablecer la antigua grandeza del Imperio alemán. Núremberg había sido una poderosa ciudad imperial y poseía el simbolismo que Hitler andaba buscando para sus fines.
En este lugar tuvieron lugar congresos anuales del partido y apoteósicos y vergonzantes desfiles de cientos de miles de militantes nazis venidos de toda Alemania.
Todo esto provocó que Núremberg sufriera severos bombardeos aliados durante la 2ª Guerra Mundial y su centro histórico quedó reducido a escombros.
Sin embargo, al igual que otras capitales europeas arrasadas tras la 2ª Guerra Mundial (como Varsovia) Núremberg resurgió de sus cenizas. Y reconstruyó su centro histórico de manera ejemplar.
Qué ver en el Centro histórico
La Oficina de Turismo
Justo enfrente de la estación de trenes se levanta la Frauentor o Puerta de las mujeres, flanqueada por una torre cilíndrica de gruesos muros.
Quizá el mejor lugar por donde acceder a la ciudad vieja sea precisamente por aquí, a través de la Frauentor.
Junto a la torre se halla la acristalada y amplia Oficina de Turismo de Núremberg (Königstraße 93). En ella los visitantes pueden surtirse de planos, folletos con todos los lugares de interés y mucha información sobre los eventos de la temporada.
Si uno va a permanecer al menos un par de días en Núremberg, sin duda, le interesará hacerse con la Nuremberg Card. Esta práctica tarjeta que cuesta 28€ (adultos) permite la entrada a todos los monumentos y museos (más de 35), así como el uso de cualquier transporte público durante 48 horas.
Además también permite la visita a los lugares más interesantes de Fürth, una encantadora localidad a tan solo 10 kilómetros de distancia.
Este puede ser un gran destino si se viaja con niños. La Nuremberg Card es gratis para niños de 5 o menos y sólo vale 6€ hasta los 11 años. Existen innumerables atracciones pensadas para los más pequeños. Entre ellas destaca el Playmobil Fun Park, el Spielzeugmuseum (Museo del juguete), el Zoo y el Kindermuseum (Museo de los niños).
Königstrasse
Saliendo de la Oficina de turismo, la inercia le lleva a uno por la animada Königstrasse, convertida un poco más allá en peatonal.
Königstrasse es ideal para pasear ya que se encuentra repleta de tiendas, cafeterías y demás comercios. Dependiendo del día y la época del año no es raro que haya también puestos verduras y productos locales o mercadillos de pulgas.
La imponente fachada gótica de la iglesia de San Lorenzo invade esta calle a mitad de su recorrido y regala al paseante una plazuela de lo más agradable. Aunque si el turista desea fotografiar esta bella fachada del siglo XIV deberá alejarse varios cientos de metros, ya que es altísima.
Siguiendo Königstrasse, en dirección norte, se cruza el río Pegnitz y se llega a la zona con más encanto.
La plaza del mercado
La Hauptmarkt algo así como el Mercado principal bien podría considerarse el centro de la vida de los nuremburgueses.
La amplia y diáfana plaza ha servido desde hace siglos para levantar el mercado de la ciudad. Aunque el más esperado es el que se instala durante las 4 semanas anteriores al 25 de diciembre. El Mercado de Navidad de Núremberg es quizá el más famoso de los cientos de mercadillos navideños de Alemania.
Y aunque los edificios modernos que circundan la plaza son bastante anodinos, en uno de los costados emerge la preciosa iglesia de Nuestra Señora. La Frauenkirche es una bonita iglesia católica, en esta región predominantemente protestante que difiere en gran medida de las otras iglesias góticas nuremburguesas. La iglesia de Nuestra Señora no tiene ese afán por elevarse hacía el cielo, de otros edificios góticos si no que se muestra compacta y robusta. Pero con una portada tremendamente singular y ornamentada que preside la plaza.
En las fotografías tomadas tras la 2ª Guerra Mundial puede comprobarse como los alrededores de la Hauptmarkt quedaron devastados por los bombardeos. Sin embargo la Frauenkirche aunque dañada y sin techumbre pudo salvarse en gran parte.
En uno de los extremos de la plaza, encontramos la Schöner Brunnen, que literalmente significa ‘Fuente hermosa‘ en alemán. Se trata de una elegante pieza con 19 metros de altura, de finales del siglo XIV. Pero más que una fuente tiene el aspecto de una aguja gótica que se haya desprendido de una catedral.
Para más información: Los Mercados de Navidad más bonitos de Baviera (Alemania)
La iglesia de San Sebaldo
Un par de calles más al norte se encuentra la iglesia protestante de San Sebaldo. Que junto a San Lorenzo y Nuestra Señora completa el trío de iglesias más significativas de Núremberg. Aunque esta es por su tamaño y belleza la más grandiosa de todas.
St. Sebald se comenzó a construir hacia el 1215 en estilo románico. Un siglo después se ampliaron las naves laterales, pero ya en el estilo predominante de aquel momento: el gótico. Su interior destaca por la tremenda altura de sus bóvedas y ventanales.
La iglesia quedó muy dañada tras la 2ª Guerra Mundial y fue reconstruida en 1957. Pero conserva importantes obras de arte y las reliquias de San Sebaldo, el patrón de la ciudad.
El castillo Imperial
Esta imponente fortaleza se halla sobre una colina rocosa en el extremo norte del casco antiguo, abrazado por las murallas en uno de los costados.
Su construcción se remonta al menos a 1105 y se le considera uno de los castillos más importantes del país. Aquí tuvieron lugar frecuentes Dietas Imperiales y sirvió de residencia temporal a muchos emperadores.
La entrada a través de las puertas del castillo resulta impresionante con su empinada cuesta empedrada y la Torre de los Paganos al fondo.
Se trata de una visita imprescindible en Núremberg ya que el recorrido lleva al visitante por algunas lujosas estancias decoradas con tapices y pinturas. Aunque la sala más destacable sea probablemente la curiosa capilla románica de dos pisos que sobrevivió casi intacta a los bombardeos. También es posible visitar el museo que repasa la historia del castillo imperial mediante maquetas, mapas y una colección de armas de época.
Subir a la altísima torre Sinwell es uno de los reclamos del castillo de Núremberg. Desde lo alto de la torre se tienen unas espectaculares vistas. Sin embargo durante parte del 2019 permanecerá cerrada por obras de rehabilitación, al igual que otras zonas del castillo.
Por ello conviene informarse con anterioridad en la web Kaiserburg Nüremberg.
La Casa Museo Durero
El Renacimiento alemán tuvo en el norte de Baviera su gran zona de esplendor. Aquí nacieron y trabajaron los pintores más destacados de la época: Lucas Cranach, Hans Holbein el viejo y sus hijos y por supuesto Alberto Durero.
El nuremburgués Albrecht Dürer (en alemán) es considerado el gran artista del Renacimiento alemán y uno de los más importantes germanos de cualquier época.
El Museo (Albrecht-Dürer-Haus) se haya instalado en la casa original donde Durero vivió y trabajó sus últimos 20 años de vida. Por lo que es indudablemente el marco perfecto para repasar su vida cotidiana y su manera de trabajar.
La vivienda donde Alberto Durero vivió entre 1509 hasta 1528 es una de las pocas casas burguesas del siglo XV que se conservan en Alemania. Por lo que su valor no sólo es artístico sino también histórico.
Para aquellos amantes del arte que esperen contemplar alguna obra original del genial artista quizá se vean decepcionados. La Casa Museo no expone ninguna de sus obras, únicamente copias históricas.
Las obras maestras de Durero se encuentran desperdigadas por los mejores museos del mundo, en especial el Museo del Prado de Madrid y la Pinacoteca antigua (Alte Pinakotheke) de Múnich.
El resto de la vivienda ha sido decorada con muebles de la época, con una ambientación muy cuidada, propia de una familia burguesa. Quizá la sala más interesante es la que recrea el taller del pintor, una habitación amplia y luminosa llena de herramientas y pinceles.
Sitios de postal
Merece la pena abandonar las calles principales y perderse por las callejas cercanas. Pese a que en el centro realmente la mayoría de edificios son relativamente recientes, puede uno descubrir rincones con gran encanto.
Algunos son de sobra conocidos como la Tiergärtnertor Platz (ver primera foto), una plazuela acurrucada junto a las murallas, con algunas de las casas más bonitas de la ciudad, una torre y el castillo al fondo. La Casa de Durero se encuentra en uno de los extremos de la plaza en el número 39 de la Albrecht-Dürer-Straße.
El otro lugar de la ciudad donde los turistas piden la vez para hacerse un selfie es el Puente del verdugo o Henkersteg.
El conjunto está formado por el puente de piedra y madera, junto a la torre y el adyacente almacén de vino (Weinstadel). Según parece el verdugo vivía en la pequeña isla en medio del río, ya que no se le permitía mezclarse con el resto de los ciudadanos.
Estas construcciones medievales situadas junto al río tienen gran encanto y la mejor perspectiva se disfruta desde el cercano puente Maxbrücke.
La Alemania Nazi
Lamentablemente los nazis siempre estuvieron muy vinculados al estado de Baviera. La sede del Partido Nacionalsocialista Obrero estaba en Múnich y en el bello pueblo de Rothenburg se realizaban campamentos de juventudes nazis.
Mientras que en Núremberg tuvieron lugar los desfiles y reuniones más multitudinarias de la Alemania nazi.
La Tribuna Zeppelin
Tras la derrota alemana en la 2ª Guerra Mundial muchos edificios y construcciones nazis fueron demolidos. En Núremberg sin embargo aún quedan reminiscencias de aquel pasado oscuro.
El enorme Zeppelinfeld fue creado a las afueras de Núremberg, en 1923, como campo de pruebas de estas enormes máquinas voladoras. Más tarde aprovechando ese inmenso espacio, el partido nazi construyó grandes tribunas.
Desde la Tribuna Zeppelin o (Zeppelin-Tribüne) Adolf Hitler pronunciaba sus discursos ante miles de militantes nazis. Esta construcción inspirada en los templos griegos, fue diseñada por el arquitecto del Tercer Reich Albert Speer y se erigió entre 1935-37.
En la actualidad permanece prácticamente abandonada. Y se han instalado carteles avisando de que la responsabilidad al acceder a las tribunas recae en cada persona. Pese a ello, en su interior unos paneles explicativos con fotografías, muestran el tremendo contraste entre su actual estado y el momento álgido del Tercer Reich.
Una visita tremendamente interesante e ilustrativa que nos muestra un pedazo de la historia reciente más sombría.
Memorial de los Juicios de Núremberg
Seis meses después del final de la 2ª Guerra Mundial comenzó en la Sala 600 del Palacio de Justicia de Núremberg el juicio contra los altos cargos del régimen nazi.
Núremberg no sólo resultaba un lugar simbólico para las potencias vencedoras, sino que las grandes salas del Tribunal nuremburgués resultaban muy adecuadas para un juicio de tales proporciones.
Los 21 acusados se enfrentaron a cargos por crímenes de guerra, contra la paz y la humanidad. El tribunal interrogó a 240 testigos y estudió mas de 300.000 declaraciones. Y 11 meses más tarde, en octubre de 1946, el Tribunal Militar Internacional anunció los veredictos.
En la actualidad se puede visitar la famosa sala 600 y existe una interesante exposición permanente sobre este importante hecho histórico.
De compras en Núremberg
Antes de llegar a la Plaza del Mercado Mayor o Hauptmarkt un angelote dorado sujetado desde las fachadas de los edificios da la bienvenida a los visitantes: Christkindlesmarkt.
El mercado de Navidad de Núremberg impregna de color el centro de la ciudad y se derrama por las calles cercanas a la Hauptmarkt. La plaza, grande y de planta casi cuadrada es perfecta para albergar varias hileras de puestos y tiendecitas navideñas de toldos rayados de blanco y rojo.
El mejor momento para visitar el mercado es quizá al atardecer, aunque la temperatura sea menor, el ambiente es casi mágico. La noche comienza a envolver el cielo y las luces cálidas de los puestos animan a acercarse.
Hay mucho donde elegir, adornos para el árbol de navidad, figuras de soldados cascanueces, vasijas y platos de artesania, velas…
Aunque para aguantar bien el frío de diciembre nada mejor que un vino caliente o un ponche de ron y una salchicha.
Salchichas y Galletas
Núremberg por supuesto tiene su propia especialidad de salchicha. La Nürnberger Rostbratwurst al contrario que en otros lugares de Alemania es una salchicha de pequeño tamaño que no llega a los 10cm.
Por ello se suelen servir normalmente en bocadillos con tres salchichas en los puestos callejeros o en un plato combinado de seis salchichas con chucrut o ensalada de patata.
La receta original de la Nürnberger Rostbratwurst parece que tiene más de 500 años y destaca por el uso de la mejorana, una especia parecida al orégano que le da su sabor característico.
En cuanto a la repostería nuremburguesa, destacan las Lebkuchen unas galletas preparadas con frutos secos, miel y numerosas especias que recuerdan a los panes de jengibre. las Nürnberger Lebkuchen no son difíciles de encontrar en las pastelerías y supermercados y son uno de los recuerdos dulces que más compran los turistas.
La tienda Staedtler
Los amantes de los boligrafos, plumas estilográficas, lápices, rotuladores y demás productos de papelería, no podrán pasar por alto esta completísima tienda.
El Staedtler Welt o Mundo Staedtler ofrece un muestrario casi infinito de instrumentos de escritura con un abanico de precios también enorme que va desde lápices de 1€ hasta estilográficas de lujo.
La tienda se encuentra en Königstraße 15 muy cerca de la iglesia de San Lorenzo.
Además si se busca alojamiento se pueden encontrar algunas ofertas en Hoteles en Núremberg
Enlaces de interés:
Turismo de Núremberg
Castillo de Núremberg
Casa Museo Durero
Mercado de Navidad de Núremberg
Web Staedtler
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