Uno de los pueblos con más historia de toda Castilla-La Mancha
El Molino Vista Alegre y el castillo de Consuegra al fondo

El Molino Vista Alegre y el castillo de Consuegra al fondo

En las últimas estribaciones de los Montes de Toledo se eleva el Cerro Calderico, imponente allí donde nace la llanura de La Mancha. La cresta de la montaña está salpicada por la silueta de doce molinos de viento y en mitad de ellos, una fortaleza de origen árabe.
Una imagen que resulta mítica, que evoca sin esfuerzo uno de los pasajes más famosos de ‘El Quijote’ de Miguel de Cervantes.

A los pies del cerro se extiende orgullosa Consuegra, levantada literalmente sobre los cimientos de una de las ciudades romanas más prósperas de Hispania.

La bonita Plaza de España

La bonita Plaza de España

La Plaza de España concentra en la actualidad a algunos de los edificios más insignes de Consuegra, entre ellos, el de los Corredores, con su preciosa balconada de madera.
Esta villa toledana ofrece atractivos en lo alto del cerro, esconde restos de Roma, todavía por descubrir bajo tierra y una gastronomía exuberante y suculenta a pie de mesa.

La cocina consaburense cuenta con un buen número de platos tradicionales que se nutren de productos de proximidad de una calidad excepcional. No en vano, la ciudad se halla rodeada de campos de olivos, de vid y huertas con tomates, cebollas o calabacines. Y también por aquí llevan siglos pasando los rebaños de ovejas de la Cañada Real Soriana.

Lo cierto, es que Consuegra ofrece tantos alicientes al viajero, que mejor quedarse varios días para disfrutarlos con calma.

Una manera estupenda de conocer la localidad es con una visita guiada por Consuegra con Civitatis.

Breve historia de Consuegra

Ya en el siglo IV a. de C. se tiene constancia de que pueblos carpetanos se instalaron en el Cerro Calderico.

Patio de El Alfar con restos de columnas romanas

Patio de El Alfar con restos de columnas romanas

La Consabura romana

Tras la conquista romana se abandonó el ventoso asentamiento en el cerro y la población se trasladó a la llanura.
La ciudad de Consabura se convirtió en un centro de producción agrícola y en un punto clave de las rutas entre Toletum y el sur de la península.

En Consabura se construyeron todo tipo de infraestructuras: puentes, termas, una gran presa y hasta un circo romano.
Muchas construcciones posteriores, algunas iglesias y el propio castillo, contienen sillares y otros elementos arquitectónicos romanos.

De hecho, gran parte del legado romano se ha perdido, o se haya oculto en el subsuelo de Consuegra esperando ser redescubierto. No es por tanto anecdótico que los nombres de muchas calles del barrio del Sureste hagan referencia a Roma (calle Circo romano, Emperador Constantino, Gladiadores o Plaza Cónsules).

La impresionante estampa del Castillo de La Muela (Consuegra)

La impresionante estampa del Castillo de La Muela (Consuegra)

La Batalla de Consuegra

En el 1097 tuvo lugar la batalla de Consuegra, entre las tropas de Alfonso VI y los temibles almorávides que habían cruzado el estrecho tras la toma de Toledo por el rey cristiano.

El ejército castellano leonés fue derrotado y tuvo que refugiarse en el castillo de Consuegra. Entre las bajas de la contienda se encontraba Diego Rodríguez, hijo de El Cid que había cabalgado al frente de sus hombres en auxilio del rey.

Las tropas almorávides sitiaron durante ocho días a los cristianos en Consuegra, pero al final acuciados por la falta de provisiones y la amenaza de refuerzos enemigos levantaron el cerco.

Todos los años tiene lugar una recreación histórica que rememora esta batalla bajo el nombre de ‘Consuegra Medieval’.

Sendero junto a la muralla oeste del castillo

Sendero junto a la muralla oeste del castillo

La Orden de San Juan de Jerusalén

En 1183 Consuegra y su comarca fueron donadas a la Orden de San Juan de Jerusalén, también conocida como Orden de los Caballeros Hospitalarios. Esta orden religiosa se instaló en el castillo y convirtió a Consuegra en cabeza del Priorato, consiguiendo también un fuero para la ciudad.

Esta poderosa orden religiosa y militar administró y repobló en aquella época grandes extensiones de territorios arrebatados a los árabes. Y también levantó uno de los claustros románicos más bellos de la cristiandad: San Juan de Duero en Soria.

Tras la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa (1212) las fronteras con el Califato se trasladaron al sur. Consuegra y La Mancha se convirtieron en regiones mucho más estables, lo que favoreció su repoblación.

Campos de cereal y vid junto a la presa romana

Campos de cereal y vid junto a la presa romana

Consuegra hoy

En la actualidad Consuegra (con una población de 10.0000 habitantes) es una de las localidades más importantes de la mitad oriental de la provincia de Toledo. Aunque sufra, como otros muchos pueblos de La Mancha, una paulatina caída en su censo.

En todo caso, Consuegra es un municipio próspero, dedicado fundamentalmente a las granjas avícolas y a la agricultura en la que destaca la triada del olivo, la vid y los cereales.

La villa ofrece también múltiples atractivos turísticos y gastronómicos lo que ha impulsado la instalación de un puñado de hoteles y alojamientos rurales de calidad.

Qué ver en Consuegra

La ciudad cuenta con varios puntos de interés, los más evidentes son, lógicamente, la docena de molinos de viento y el castillo en lo alto del cerro. Mientras que la Plaza de España y el Museo Arqueológico se encuentran en el centro de Consuegra.

La visita guiada que ofrece la Oficina de turismo resulta de lo más recomendable y asequible e incluye todos estos lugares.

Molinos de viento de Consuegra con el castillo al fondo

Molinos de viento de Consuegra con el castillo al fondo

Los molinos de el Quijote

Ya hace siglos, la gran producción de cereales en La Mancha obligó a la creación de molinos que convirtieran el grano en harina. Sin embargo, ante la ausencia de grandes vías fluviales se tuvo que aprovechar la fuerza del viento.

De hecho, los molinos de viento se han convertido, con el tiempo, en el símbolo de la región de La Mancha. Y Consuegra posee el mayor conjunto de molinos y quizá el mejor conservado de todos.

Desde el pueblo, se puede llegar hasta los molinos en coche, pero merece la pena acercarse a ellos a pie, aunque para ello haya que subir por empinadas escaleras. Esto permite aproximarse lentamente a estos gigantes blancos, viendo cómo se van agrandando ante nuestros ojos, hasta alcanzar los once metros de altura.

Maquinaria del interior del molino Bolero

Maquinaria del interior del molino Bolero

La visita al molino Bolero, resulta imprescindible, no solamente porque en él se ha instalado la Oficina de turismo, sino porque además se puede acceder a sus pisos superiores de la mano de un guía. Allí puede verse que el aparentemente sencillo mecanismo de los molinos, en realidad tiene una gran complejidad.

Los ventanucos con los nombres de los vientos, las telas de las aspas, los dientes de la rueda Catalina, la piedra de casi 1000 kilos. Todo forma parte de un intrincando engranaje que se mueve solo si sopla el viento.

Casi todos los molinos datan del siglo XIX, pero el más antiguo, de nombre ‘Sancho’ se cree que se levantó a mediados del siglo XVI. Además, varios de los molinos de vientos de Consuegra han sido bautizados con nombres que aparecen en ‘El Quijote’: Mambrino, Clavileño o el Caballero del verde gabán.

Una carretera recorre casi de punta a punta el Cerro Calderico, pero resulta mucho más gratificante hacerlo a pie, deteniéndose ante cada uno de los molinos. Además, este sendero será pronto accesible para personas con movilidad reducida.

Los molinos manchegos poseen algo difícil de explicar, resultan a un tiempo austeros y humildes por los materiales con que fueron construidos y espectaculares e imponentes por su tremenda estampa.

Destacan por el fuerte contraste entre sus paredes encaladas y el negro de sus aspas desnudas que se recortan sobre el cielo azul manchego.

El Castillo fue una fortaleza de la Orden de San Juan de Jerusalén

El Castillo fue una fortaleza de la Orden de San Juan de Jerusalén

El castillo de La Muela

Desde lejos, la visión del Cerro Calderico resulta espectacular, con el castillo de Consuegra rodeado de molinos de viento por ambos lados.

La fortaleza fue construida por los árabes en el siglo X, en la época en que el Califato de Córdoba controlaba gran parte de la península. En el siglo XII Consuegra quedó definitivamente en manos cristianas y el rey se la entregó a la Orden de San Juan de Jerusalén.

Los Caballeros Hospitalarios reconstruyeron el castillo probablemente tomando como modelo otras fortalezas que la orden había levantado en Tierra Santa, como el impresionante Crac de los Caballeros en Siria.

Vista del Cerro Calderico desde el castillo

Vista del Cerro Calderico desde el castillo

El castillo de la Muela posee una estructura simple y eficaz, con un cuerpo rectangular central flanqueado de cuatro torres semicirculares en cada uno de los puntos cardinales y protegido todo ello por unas recias murallas.

La visita guiada resulta muy interesante, ya que se recorren las estancias más importantes del castillo de los Caballeros hospitalarios. Entre ellas destacan los enormes aljibes cubiertos de almagra para evitar filtraciones, las antiguas cocinas o la sala del archivo que lamentablemente fue incendiado por tropas francesas en la Guerra de Independencia.

La joya de la arquitectura popular de Consuegra: el edificio de Los Corredores

La joya de la arquitectura popular de Consuegra: el edificio de Los Corredores

La plaza de España

No es difícil orientarse dentro del casco histórico de Consuegra. La altísima torre del reloj es visible desde muchas calles cercanas, a poco que uno alce la vista. Y con ella como referencia puede llegarse a la Plaza de España, lugar de encuentro de los consaburenses y donde se congregan algunos de los edificios más destacados de la ciudad.

El más espléndido de todos es, sin duda, el edificio de Los Corredores, con su galería de madera asomada a la plaza, cubriendo de parte a parte una fachada de más de 40 metros.
Este antiguo pósito para el cereal, fue luego ayuntamiento y en la actualidad está habilitado como museo.

El edificio de los Corredores data del siglo XVII y puede dar una idea del aspecto que tuvo la plaza ya que se cree que el resto de casas contaban con balconadas similares desde la que disfrutar de festejos taurinos.

En la planta noble del edificio puede visitarse el exiguo, pero más que interesante Museo Arqueológico Municipal. Un recorrido por el pasado de Consuegra a través de piezas encontradas en la zona que dan cuenta de las distintas culturas, ritos o ejércitos que hubo aquí.

En mitad de la plaza encontramos sobre el empedrado una gran Cruz de Malta, recuerdo de la presencia en la villa de la Orden de San Juan. En el escudo de la villa aparece no sólo la Cruz de Malta sino también el castillo de la Muela.

La Torre del reloj desde la calle del Arco

La Torre del reloj desde la calle del Arco

En el lado opuesto a Los Corredores está la apenas centenaria torre del reloj y el arco que conecta con el Ayuntamiento. Éste es un edificio sobrio de estilo castellano mudéjar, construido en piedra y ladrillo en el que destacan el pequeño reloj de sol del tejado y la inscripción del dintel de su puerta. En ella puede leerse en castellano antiguo la siguiente inscripción: «Yzose esta obra año de 1670».

A su lado las escuelas de la ‘Fundación Díaz-Cordovés y señora’ compiten en altura con la torre del reloj.

Sorprende, quizá, que ninguna iglesia tenga un sitio en la plaza del pueblo. Sin duda, la lucha de poderes entre la jerarquía eclesiástica y la civil empujó a construir los templos lejos del centro de reunión de la población.

Éste no es un caso aislado entre las plazas castellanas, aunque en otros pueblos como Colmenar de Oreja, la iglesia se hizo presente construyendo un enorme templo muy visible desde su Plaza Mayor.

Qué más ver en Consuegra

Merece la pena perderse por el centro histórico de la ciudad, donde casi a la vuelta de cada esquina se puede encontrar un convento, una iglesia o una casona manchega.
Aquí y allá podemos ver algunas paredes, puertas y ventanas pintadas de blanco y azul añil, una característica propia de esta zona de La Mancha que embellece las fachadas y que no debería perderse.

Paseando por Consuegra también pueden verse los grandes portalones que permitían entrar a los carros y carruajes al patio interior de los caserones. Estos enormes portones conservan todavía su encanto, a pesar de que la mayoría estén hoy maltrechos y desvaídos.

Cuesta de Consuegra y la cúpula de la Iglesia del Cristo de la Veracruz

Cuesta de Consuegra y la cúpula de la Iglesia del Cristo de la Veracruz

Edificios religiosos

Consuegra posee al menos media docena de iglesias y conventos no faltos de interés, pertenecientes a los siglos XVI al XIX. Son en su mayoría edificios sobrios y robustos construidos en piedra y ladrillo como la iglesia de Santa María la Mayor, que cobija la imagen la Virgen de La Blanca, patrona de la ciudad. Frente a la iglesia se alza el convento de las Madres de la Inmaculada Concepción, con su elegante fachada mezcla de gótico y mudéjar.

La iglesia más destacada es, quizá, la de Cristo de la Vera-Cruz con su exuberante portada barroca con columnas salomónicas flanqueando la entrada. Al encontrarse en la parte alta del pueblo su enorme cúpula es visible desde muchas de sus calles.

Antiguo torreón del Palacio prioral

Antiguo torreón del Palacio prioral

El Palacio del Prior

Con el paso del tiempo desapareció la necesidad de que el prior de la Orden de San Juan residiera en el seguro, pero incómodo castillo en lo alto del cerro. De manera que la Orden construyó en el centro de la localidad un lujoso palacio que ocupaba dos manzanas enteras y que contaba con silos, bodegas, archivo y hasta cárcel.

A este lugar se le llamó también Casa la Tercia, porque aquí se cobraban los impuestos y estos solían consistir en un tercio de la cosecha.

La residencia se construyó sobre las antiguas termas romanas, razón por la cual vemos en la terraza del restaurante actual algunas columnas y esculturas de aquella época.
Del antiguo Palacio Prioral se conserva únicamente el robusto torreón que guardaba el archivo de la Orden de San Juan, hoy convertido en alojamiento turístico.

Contrafuertes de la presa romana de Consuegra

Contrafuertes de la presa romana de Consuegra

La Presa romana

La construcción romana más relevante que se conserva en Consuegra es la presa sobre el río Amarguillo, a unos 4 km de la ciudad. La presa tiene más de 600 metros de longitud y es la más larga existente del Imperio Romano de Occidente.

Su aspecto actual es el de un muro de piedra de unos 2 metros de alto, en mitad de los campos de cultivo. Pero bajo esta apariencia casi anodina, esconde muchos secretos, ya que se trata de uno de las obras de ingeniería más singulares de la Hispania romana.

En realidad, hubo una primera presa construida en el siglo I y una segunda fase, que es la más visible, perteneciente al siglo IV. Los arqueólogos e historiadores no se explican como en un periodo de franca decadencia del Imperio Romano pudo llevarse a cabo una construcción tan costosa y de tal magnitud en este rincón del imperio. Su función no sólo fue proporcionar agua para el riego de campos y el abastecimiento de la población sino también evitar posibles crecidas del río.

Gastronomía de Consuegra: pisto manchego, migas con matanza y asadillo

Gastronomía de Consuegra: pisto manchego, migas con matanza y asadillo (El Alfar)

Lo cierto es que la presa que originalmente tendría unos 6 metros de altura, quedó muy dañada tras el desbordamiento del río Amarguillo de 1891. Las inundaciones provocaron el colapso de la presa y los puentes romanos de la ciudad y como consecuencia de ello murieron más de trescientas personas.

Lo ideal es visitar la presa con un guía local que conozca el yacimiento y sepa moverse entre las lindes de los campos de labranza.

Gastronomía

Enclavada entre La Mancha y los Montes de Toledo la cocina consaburense bebe de la tradición culinaria de ambos territorios.

La comarca ofrece, además, una enorme variedad de productos de proximidad que hace, casi sin pretenderlo, que Consuegra sea un buen ejemplo de destino sostenible.

Un paseo por las huertas de los alrededores de la villa demuestra que aquí se cultiva prácticamente de todo. Incluso azafrán, ese preciado ingrediente que cubre los campos de flores violetas en otoño. Aunque su producción aquí esté en notorio declive debido a que es necesario un proceso manual muy laborioso.

Croquetas del restaurante Gaudy

Croquetas del restaurante Gaudy

La cocina manchega se distingue por la humildad de sus ingredientes, que sin embargo conforman platos de lo más apetecibles. Las migas del pastor, las gachas con harina de almortas o el pisto manchego son sólo algunos ejemplos de la gastronomía de Consuegra.

También hay sabrosos platos de carne, en especial de cordero dada la larga tradición trashumante de la zona, pero también piezas de caza como ciervo o jabalí.
Pero además en Consuegra se elaboran también quesos manchegos, aceite de oliva, vino, huevos camperos y mazapanes de gran calidad.

No es de extrañar, por tanto, que Consuegra sea también considerado uno de los grandes destinos gastronómicos de Castilla-La Mancha.

Tinajas del patio de El Alfar

Tinajas del patio de El Alfar

Dónde Comer

Consuegra cuenta con al menos una docena de excelentes restaurantes que ofrecen habitualmente los platos típicos de la zona.
Nuestra recomendación es el Restaurante El Alfar, instalado en un antiguo taller de alfarería y que conserva numerosas piezas de cerámica y una encantadora decoración típicamente manchega.

De la cocina de El Alfar salen platos de la cocina tradicional llevados a su excelencia. Migas con matanza, pisto manchego, bacalao con pimientos o sus maravillosas chuletitas de cordero son solo algunos de los excelentes platos que se pueden degustar aquí.
Además, el patio de El Alfar guarda varias sorpresas: un horno árabe, otro romano, enormes tinajas y algunas columnas romanas. Y es que todo indica que parte del antiguo circo romano se encontraba justo en este lugar.

Si se desea una cocina más creativa, pero igualmente sabrosa nada mejor que pasarse por el Restaurante Tapería Gaudy, muy cerca de la Iglesia del Cristo de la Veracruz.
Sus propuestas se basan en la cocina de toda la vida, pero con un toque original realmente interesante. No hay que irse sin probar sus croquetas de caldo de pollo, sus exquisitos torreznillos o su salmorejo con manzana.

Patio interior del Hotel rural La Vida de Antes

Patio interior del Hotel rural La Vida de Antes

Dónde dormir

Hay opciones de alojamiento en Consuegra para todos los gustos y presupuestos. Aunque nuestra debilidad es el Hotel rural La Vida de Antes, instalado en una preciosa casa solariega manchega del siglo XIX. La decoración ha sido cuidada al máximo con mobiliario y rejería de la época. Las habitaciones son muy acogedoras y el desayuno excelente.

La situación del hotel, casi a mitad camino entre la Plaza de España y los molinos lo convierte en una base de operaciones ideal para visitar Consuegra.

Este artículo se ha escrito tras un viaje de prensa en el que se me han proporcionado diversos servicios. Sin embargo las opiniones aquí recogidas son todas reales y fruto de nuestra experiencia personal.

Los dos de Cuaderno de Viaje con Amanda (Rick Steves) y José Manuel (Turismo de Consuegra)

Los dos de Cuaderno de Viaje con Amanda (Rick Steves) y José Manuel (Turismo de Consuegra)

Enlaces de interés:
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