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La villa de Vinuesa se asienta a los pies de los Picos de Urbión y la Sierra Cebollera, en un bello paraje del norte de la provincia de Soria cubierto de bosques de pinos. Y son precisamente estas masas forestales las que han dado nombre a la comarca de Pinares.
El río Duero nace a pocos kilómetros de aquí y serpentea por un costado del pueblo. Aguas abajo, la presa de la Cuerda del Pozo forma un sinuoso embalse de brazos estrechos y uno de ellos alcanza hasta Vinuesa, envolviendo a la villa entre verdes colinas y agua.
Además, a pocos kilómetros del pueblo encontramos una de las rutas senderistas más bellas de Soria. Un camino que trepa entre montañas y bosques de coníferas hasta la mítica Laguna Negra.
Pero aparte del entorno natural, lo que más sorprende de esta villa soriana es su trazado medieval, que todavía conserva docenas de casonas solariegas y pintorescas callejuelas empedradas.
De hecho, la arquitectura popular de Vinuesa es quizá junto a la localidad de Molinos de Duero la más interesante de esta región, conocida como la Soria Verde.
Es por ello, que Vinuesa es un lugar perfecto para una escapada en la que realizar rutas por la naturaleza, admirar su patrimonio y disfrutar de la buena gastronomía soriana.
Una manera estupenda de conocer la provincia es con alguna de las excursiones y visitas guiadas por Soria con Civitatis. Hay excursiones por la naturaleza y también culturales.
Como llegar a Vinuesa
La ciudad de Soria se halla a tan sólo 35km de Vinuesa tomando la N-234, para después desviarse en la localidad de Cidones por la carretera SO-810. La distancia a otras importantes ciudades es: Zaragoza a 185km (aproximadamente 2:10 en coche), a Madrid 252km que se recorren en unas 2:30 horas o Barcelona a 490km (casi 5 horas en coche).
En transporte público también es posible llegar a Vinuesa desde la capital soriana en apenas 30 minutos. La empresa encargada de la línea Soria-Burgos es Automóviles La Serrana y parte desde la estación de autobuses de Soria.
Aunque hay que tener en cuenta que la frecuencia es poca, apenas ocho conexiones de lunes a viernes y otra los domingos, mientras que los sábados no hay autobuses. Pueden consultarse los horarios en la web de la estación de autobuses de Soria.
Por su parte, el aeropuerto más cercano a Vinuesa es el de Logroño, que se encuentra a unos 100 kilómetros al norte.
Breve Historia de Vinuesa
Hacia el siglo V antes de nuestra era se tiene constancia que la tribu celtibérica de los pelendones se asentó en este paraje a orillas del río Duero.
La Visontium romana
A lo largo del siglo II a.C. el imperio romano fue apoderándose del interior de la península ibérica en sucesivas campañas.
Los romanos ampliaron el asentamiento celtíbero existente convirtiéndolo en la ciudad de Visontium. De hecho, todavía se conserva en los alrededores varios tramos de la calzada romana y el puente que la unía con Uxama (cuyas ruinas se sitúan muy cerca de la actual Burgo de Osma).
Visontium se encontraba en la importante ruta que unía dos de las ciudades romanas más importantes del norte peninsular: Caesaraugusta (Zaragoza) y Asturica Augusta (hoy Astorga).
La última ciudad celtibera en caer en poder romano fue la cercana Numancia que fue conquistada tras un largo asedio en el 133 a. C.
Edad Media
En 1272, ya en tiempos del rey Alfonso X, se realizó un censo en Vinuesa resultando ser la aldea más poblada de la comarca.
Al año siguiente se creó el Honrado Concejo de la Mesta que otorgó grandes privilegios a los pastores. Esto favoreció enormemente la economía de la zona, que en el siglo XIV se basaba casi exclusivamente en la exportación de la lana y en productos derivados de los pinos.
En esa época, el rey castellano Juan I durante una cacería cayó del caballo y fue atacado por un lobo. Unos cazadores visontinos acudieron en su ayuda y lograron salvarle la vida. En agradecimiento el soberano le concedió a Vinuesa un escudo que la villa todavía conserva, donde puede verse un lobo ante un enorme pino sobre un fondo de oro.
En tiempos de los Reyes Católicos se instituyó la Real Cabaña de Carreteros que protegía la actividad de éstos, otorgándoles grandes beneficios. A finales del siglo XVII la hermandad de los carreteros de los pueblos soriano-burgaleses era la mayor de todas y contaba con 5000 carros. Esta prosperidad atrajo a numerosas familias nobles y pueblos pinariegos como Vinuesa se poblaron de casonas y mansiones hidalgas.
La villa de Vinuesa
En 1775 el rey Carlos III le concedió a Vinuesa unos fueros y el título de villa, simbolizado por el rollo que puede verse en el centro de la plaza Plazuela. Ello le permitió la independencia definitiva de la ciudad de Soria.
Aunque proyectado en los años 20 del pasado siglo, el embalse de la Cuerda del Pozo se construyó en 1941 y para ello Franco utilizó como mano de obra a casi 200 prisioneros de guerra. La aldea de La Muedra (perteneciente al término de Vinuesa) quedó sepultada por las aguas y hoy sólo puede verse la torre del campanario de la iglesia.
En la segunda mitad del siglo XX tanto Vinuesa como el resto de los pueblos de la provincia de Soria sufrieron un galopante despoblamiento. Sus habitantes se dirigieron a zonas industrializadas y grandes ciudades como Barcelona o Madrid.
Hoy la economía de la villa se sustenta en la ganadería, la madera y cada vez más, en un turismo que aprecia la belleza de sus paisajes y el valor de su arquitectura tradicional.
Qué ver en Vinuesa
El casco urbano de Vinuesa conserva un entramado de callejas estrechas y caserones de piedra con mucho encanto.
En la comarca de Pinares tanto las mansiones nobles como las viviendas de los lugareños se construían de manera parecida y muchas veces con los mismos materiales. Son construcciones sólidas de muros gruesos y recios, adaptadas a esta tierra de inviernos rigurosos.
Las casas solariegas más ilustres poseen galerías y hermosas balconadas que se abren a las plazas y calles principales. Otras tienen en su fachada grandes portalones con arcos de medio punto por los que antaño entraban caballos, bueyes y carretas.
Las personas que disfruten de los pueblos tranquilos, la arquitectura popular y el aire puro, sin duda apreciarán esta bonita villa pinariega, perteneciente al centenar de pueblos más bonitos de España.
Merece la pena perderse por sus callejuelas sinuosas y empinadas cuestas, buscando blasones hidalgos en las fachadas y distintos puntos de vista de la torre de la iglesia.
Pese a todo, en Vinuesa no se puede visitar el interior de ningún monumento, salvo la iglesia de Nuestra Señora del Pino. Una verdadera pena no poder disfrutar de las estancias, patios y cocinas de alguno de los palacetes y caserones centenarios de la villa.
Una de estas casas solariegas podría ser el marco perfecto para albergar un museo histórico o etnográfico de la comarca. La visita a la villa de Vinuesa puede hacerse, por tanto, en un par de horas y es buena idea complementarla con alguna ruta por los alrededores.
Iglesia de Nuestra Señora del Pino
La plaza más importante de la villa está presidida por la imponente figura de la parroquia de Nuestra Señora del Pino.
Su construcción comenzó a finales del siglo XVI, pero se dilató durante muchos años, por lo que posee elementos tanto de estilo gótico como renacentista.
En una localidad tan pequeña, sorprende encontrar una iglesia de tan grandes dimensiones, en especial su rectangular y robusta torre del campanario, visible desde muy lejos.
En el lado opuesto de la escalinata de acceso, la cabecera salva un enorme desnivel del terreno que sin duda supuso un quebradero de cabeza a sus arquitectos.
La parte más bella de su interior son probablemente las elegantes bóvedas de crucería de su nave central que tienen forma de estrella. Aunque también son destacables los varios retablos barrocos de las capillas.
Palacios y casonas nobles
Dejando a la espalda la iglesia y el ayuntamiento, saliendo de la plaza se toma una calle en dirección a la parte alta del pueblo.
La calle Luenga, puede no parecerlo en un primer momento, pero es la más noble arteria de la villa.
En Vinuesa y otros pueblos sorianos los palacios no son ostentosos y llamativos edificios ricamente decorados, sino construcciones robustas de piedra y madera.
El Palacio de Don Pedro de Neyla es buena prueba de ello. Un sobrio y alargado edificio del siglo XVII que conserva los blasones de la familia Neyla y la casa Sevilla en su fachada principal. En la actualidad el palacio alberga las Escuelas Públicas del pueblo.
Un poco más adelante nos sorprende, el que es sin discusión, el edificio más bonito de Vinuesa. La Casa de los Ramos levantada en 1778 es probablemente el mejor ejemplo de arquitectura pinariega. Su fachada principal es realmente preciosa, con sus paredes encaladas, su puerta y ventanas enmarcadas en piedra y una bella balconada de madera que la recorre de punta a punta.
La casa adyacente construida en la misma época también es muy representativa de la arquitectura popular soriana. Ambas comparten además una singular valla de piedra rematada con 14 pequeñas pirámides.
A dos calles encontramos el edificio más majestuoso de la villa, el Palacio de los Marqueses de Vilueña (o Valtueña). Fue construido en 1754 como residencia de descanso de los marqueses y para ello se utilizaron materiales de gran calidad.
La fachada es su punto de mayor interés ya que conserva la piedra labrada de sillar blanca original, los cuatro balcones del piso superior y sobre ellos el escudo de armas de los Valtueña. En la actualidad el edificio ha sido habilitado como Centro residencial de mayores.
Un poco más abajo, la plaza Plazuela es uno de los rincones más pintorescos de Vinuesa. En él descubrimos varias bonitas casas solariegas y el rollo, una columna de lados rectos sobre cuatro peldaños, que simboliza el título de villa alcanzado por Vinuesa en el siglo XVIII.
Junto al río Duero
Saliendo de la zona más antigua de Vinuesa, al borde de la carretera se halla la Ermita de la Soledad, un pequeño templo del siglo XVI a sólo un paseo del embalse.
Un moderno puente cruza este estrecho brazo del embalse de la Cuerda del Pozo en dirección a un frondoso bosque de pinos. Es un lugar muy atractivo en el que merece la pena detenerse con las casas del pueblo al fondo.
Al lado de la pasarela nueva, casi oculto por las aguas se encuentra un puente romano del siglo I, con arcos apuntados medievales que salvaba el Duero antes de la construcción del pantano.
El efecto de las aguas que lo cubren, a menudo, casi por completo ha sido devastador y esta obra de ingeniería romana se encuentra en la lista roja del patrimonio español.
La Asociación ‘Salvemos el puente’ y el Ayuntamiento han realizado numerosas acciones para proteger este vestigio romano, incluso se ha planteado la idea de trasladar el puente a otro enclave. Aunque de momento las autoridades competentes (la Confederación Hidrográfica del Duero y la Junta de Castilla y León) no han puesto en marcha ningún proyecto.
No muy lejos del puente se conservan algunos interesantes tramos de la calzada romana que conectaba Visontium (la Vinuesa romana) con la ciudad de Uxama. Esta preciosa ruta que marcha en paralelo al río entre bosques de pinos, llega hasta el pueblo de Molinos de Duero a tan solo 4 km del centro de Vinuesa.
La Laguna Negra
En el corazón de los Picos de Urbión, muy cerca de los límites con La Rioja se oculta la misteriosa Laguna Negra. Un pequeño lago de origen glaciar rodeado de enormes roquedos que provocan que sus aguas sean tan oscuras y alimentan la leyenda de que no tiene fondo.
Este lugar es especialmente hermoso en otoño cuando los pinos verdes contrastan con las hayas de hojas rojizas en las orillas de la laguna.
La Laguna Negra es perfectamente accesible desde Vinuesa que está a tan solo 15 km por carretera. Todo su entorno está protegido dentro del Parque natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión e incluye así mismo varias lagunas de menor tamaño y bosques donde habita numerosa fauna como corzos, jabalíes, algunos lobos y buitres leonados.
En la carretera que se dirige de Vinuesa a la Laguna Negra encontramos la Casa del Parque Natural y el Museo del bosque. En este centro de interpretación ofrecen la mejor información para recorrer el parque. Mientras que en la parte expositiva se muestra de una manera didáctica la íntima relación que han tenido los pinariegos con el bosque.
Hotel en Vinuesa
Uno de los mejores sitios donde alojarse es sin duda la Posada Rural La Piñorra. Tiene amplias y acogedoras habitaciones y las zonas comunes están decoradas con esmero con elegante mobiliario castellano.
Enlaces de interés:
Ayuntamiento de Vinuesa
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14 septiembre, 2021 at 6:37 am
He estado del 9 al 12 de Septiembre,me he quedado en Salduero que esta a 3 km y he recorrido esa zona.Vinuesa es un pueblo muy bonito merece la pena conocerlo ,también Covaleda,Molinos de duero,Duruelo etc,muy recomendable para un fin de semana de 3 dias
15 septiembre, 2021 at 8:07 am
Muchas gracias por tus recomendaciones Manuel. Lo cierto es que esta comarca soriana esconde pueblos preciosos.